Sinaloa.- Su ficha se mostraba en los cruces fronterizos de México y Estados Unidos, su nombre, fotografía, álias y último paradero, se resaltaban con la leyenda “buscado por delitos contra Estados Unidos” en un documento de la oficina de imnigración y control de Aduanas.
Es Ovidio Guzmán López, álias “El Ratón”, hijo del narcotraficante sinaloense Joaquín “El Chapo” Guzmán que purga una cadena de por vida en una prisión de EU y que si hay extradición, muy probablemente compartirá con su vástago.
U.S Immigration and Customs Enforcement destacaba en esa icónica volanta pegada en los cruces fronterizos, la imagen de quien hoy, fue detenido en Culiacán, Sinaloa en donde “los demonios se soltaron” y al igual que aquel 17 de octubre de 2019, nuevamente activó la violencia en busca de su liberación, pero ahora la orden fue firme “no liberarlo”.
Pero el cartel que todo el que entraba o salía de de México a Estados Unidos, establecía algo más, el monto de la recompensa por la captura de Ovidio: 5 millones de dólares a quien diera información que diera con su información, y que, a raíz de la forma de su captura, muy seguramente no corresponderá a nadie.
Y es que de acuerdo a la información del propio Secretario de la Defensa Nacional, y pese a los seis meses de labor de investigación en Sinaloa, para dar con “El Ratón”, su caída fue más un golpe de la casualidad, que una acción dirigida.
El general declaró: “Dracias a la planeación, coordinación interinstitucional y a los trabajos de inteligencia en reconocimientos terrestres al noroeste de Culiacán, desde hace seis meses realizaban vigilancia en el área de influencia en la que se tenía conocimiento que el hijo de Guzmán Loera realizaba sus actividades ilícitas”.
Sin embargo, inicialmente no tenían plena certeza de que era Ovidio el detenido, eso fue posteriormente cuando el despliegue de la gente de “El Ramón” se activó con bloqueos de caminos, casetas, incendio de camiones, despojo de autos y una violencia que se generalizó a todo Sinaloa, cuando se pudo precisar que sí, era el hijo de “El Chapo” el aprehendido.
“Después de controlar la agresión directa, se pudo identificar a Ovidio Guzmán entre ellos, logrando su aseguramiento en posesión de armamento exclusivo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos”.
Guzmán López fue detenido, pero en las fichas de Inmigración y control de Aduanas aún no se establece su captura, así como tampoco más informació que de con el paradero de su hermano: Joaquín Guzmán López, ni de su tío Aureliano Guzmán Loera, uno buscado por narcóticos y el otro, respectivamente, por delitos contra Estados Unidos.
Ovidio Guzmán López es un miembro de alto rango del cartel de Sinaloa. Investigaciones policiales indican que Ovidio y su hermano, Joaquín Guzmán López, ocupan posiciones de alto rango de comando y control de su propia organización narcotraficante —la Organización Criminal Transnacional Guzmán López— bajo el cartel de Sinaloa.
Los hermanos Guzmán López comenzaron sus carreras narcotraficantes a temprana edad al heredar relaciones de su hermano fallecido, Edgar Guzmán López. Tras la muerte de Edgar, Ovidio y Joaquín heredaron una gran cantidad de las ganancias derivadas de narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de ese dinero en efectivo en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia.
Ellos también comenzaron a comprar grandes cantidades de efedrina de Argentina y organizaron el contrabando del producto hacia México mientras comenzaban a experimentar con la producción de metanfetamina.
Los hermanos Guzmán López están supervisando aproximadamente 11 laboratorios de metanfetamina en el estado de Sinaloa —y se estima que están produciendo entre 3,000 a 5,000 libras de metanfetamina al mes.
La metanfetamina es vendida al por mayor a otros miembros del cartel de Sinaloa y a distribuidores basados en Estados Unidos y Canadá. Otras fuentes de información indican que Ovidio Guzmán López ha ordenado los asesinatos de informantes, un narcotraficante y un cantante mexicano popular quien se rehúso a cantar en su boda.
El 2 de abril de 2018, ambos hermanos Guzmán López fueron acusados formalmente por un gran jurado federal en el Distrito de Columbia de un cargo de las Secciones 959(a), 960 y 963 del Código Penal de Estados Unidos no. 21 (conspiración para distribuir más de 5 kg de cocaína, 500 g de metanfetamina y 1,000 kg de marihuana).