Los Mochis, Sin.- La guerra entre armadores y ribereños es histórica, pero hoy se agudiza por la crisis económica y la autoridad debe de entrar a establecer reglas más justas en la temporada de camarón porque cada vez se recorre más la fecha para la captura de la especie, antes empezaba en agosto y ahora hasta en septiembre, opinó Manrique Nielsen Castro.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) delegación Los Mochis consideró que los elementos de la Marina deben de tomar en cuenta que las pangas de los pescadores no traen otra carga (ilegal) sino que lo único que anda haciendo es buscando la especie para la sobrevivencia y no deben ser atacados.
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Comentó que se necesitan programas que les garantice un ingreso en la época en que hay veda de las especies marinas, porque las familias de los campos pesqueros, no tienen certeza de cómo van a sobrevivir cuando la ley les impide entrar al mar.
“Es una guerra o un conflicto que no va a terminar, mientras no se pongan bien las reglas del juego, mientras no les des una fecha, un pronóstico, la Marina esta para cuidar, si fuera otro tipo de carga en esas pangas, adelante, pero estamos hablando del sustento de una familia de pescadores, esto es algo que no debió de suceder”, opinó.
Los pescadores han sido muy afectados con el retiro de programas, de empleo temporal, de apoyo al diésel y la gasolina, y de compra de redes y motores marinos. El poco recurso que les entrega el gobierno tarda en su dispersión.
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Asimismo, reconoció que en los pocos días que llevan de la temporada camaronera, se han tenido varios enfrentamientos entre pescadores de bahías y de altamar. También murió un pescador en un operativo de la Marina en la comunidad Las Lajitas, Higuera de Zaragoza.
Finalmente se pronunció a favor de que en Sinaloa se apruebe el decreto que se hace efectivo en Sonora que les permite a los cooperativistas de aguas interiores ingresar a mar abierto para que se beneficien unos días antes de que lleguen las grandes embarcaciones y ya no puedan navegar en sus pequeñas unidades, una vez se levanta la veda de camarón.