Guasave, Sinaloa. El sector agrícola enfrenta grandes desafíos en cuanto a la prevención de riesgos laborales, lo que afecta la salud y seguridad de miles de jornaleros expuestos a condiciones peligrosas diariamente. Esta situación fue detalladamente abordada en la ponencia “Gestión para prevenir riesgos laborales en el sector agrícola: enfoque de responsabilidad social”, organizada por el grupo Confié, en colaboración con la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FCEA) de la extensión de Sinaloa de Leyva, y el grupo disciplinar de Gestión Empresarial y Desarrollo Sustentable.
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En la presentación, a cargo de María Oralia Urías Rivas y Lourdes Teresa Lugo Hernández, se resaltó que a pesar de contar con equipo de protección, los trabajadores agrícolas en Sinaloa enfrentan una alta exposición a riesgos laborales.
“Los jornaleros agrícolas están constantemente expuestos a diversos riesgos, como accidentes y enfermedades ocupacionales, debido a la falta de capacitación en el uso de herramientas y sustancias peligrosas”, puntualizó Urías Rivas, quien ha estudiado de cerca las condiciones laborales de este sector.
Aproximadamente la mitad de los jornaleros no reciben promoción alguna sobre prácticas de higiene y seguridad en el trabajo, lo cual incrementa la vulnerabilidad frente a accidentes y enfermedades. Según los resultados expuestos, el 85 por ciento de los trabajadores carece de una capacitación formal en medidas preventivas, especialmente aquellos que manejan sustancias tóxicas o maquinaria pesada. Esta carencia de formación no solo aumenta el riesgo de intoxicaciones y heridas por herramientas, sino que también refleja una ausencia de una cultura organizacional enfocada en la seguridad.
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A pesar de que la mayoría de los trabajadores cuentan con el material de protección necesario, existe una insatisfacción generalizada respecto a las medidas preventivas implementadas por las empresas agrícolas. Esto sugiere un descontento que, según Oralia Urías, refleja la necesidad de crear una cultura organizacional comprometida con la responsabilidad social y el bienestar de sus empleados. Además de los riesgos físicos, el descontento también se relaciona con la percepción de que la seguridad laboral no es una prioridad en este sector.
Durante la exposición en la FCEA, ambas doctoras enfatizaron que mejorar la capacitación y la promoción de medidas de seguridad podría fortalecer tanto la satisfacción de los trabajadores como la sostenibilidad y competitividad del sector agrícola. “Abordar estas deficiencias es fundamental para una gestión responsable y sostenible. Invertir en la formación de los trabajadores no solo beneficia a los jornaleros, sino que también aporta a la eficiencia y seguridad de las operaciones agrícolas en Sinaloa”, concluyó Lugo Hernández.
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Para mitigar estos problemas se recomendó implementar programas de formación que incluyan talleres y actividades de aprendizaje sobre el uso adecuado de herramientas, manejo de maquinaria pesada e insecticidas. Estos programas serían fundamentales para reducir la frecuencia de accidentes en el campo, mejorando el bienestar y la productividad de los jornaleros. La ponencia atrajo a un numeroso grupo de estudiantes y profesionales interesados en las soluciones aplicables en el ámbito agrícola, quienes participaron activamente en el diálogo sobre la necesidad de un enfoque integral en la gestión de riesgos.