Educación en la sierra. “Si los niños ocupan una cartulina, no hay manera de cómo obtenerla”: Maestro

Los Mochis, Sin.- Cada ciclo escolar el proceso de educación es un gran reto para los maestros, pero en la zona serrana es mucho más complicado debido a que por la geografía y vulnerabilidad económica de las familias, no existen las condiciones para que el aprendizaje se realice como regularmente se desarrolla en zonas más urbanas.

Toda la información sobre el regreso a clases Sinaloa, chécala en la sección especial de Línea Directa Portal

Luis Eduardo Gámez Sánchez, docente con 7 años de experiencia, la mayoría de ellos en la comunidad de Aguacaliente de Baca en Choix, cuenta a Línea Directa cuáles son los retos y satisfacciones que tiene al trabajar en una de las zonas más marginadas de Sinaloa y donde los padres de familia y alumnos valoran el trabajo docente.

LD: ¿Qué lo motivó a ser docente?

“Primero que nada no estaba en mi pensamiento estudiar la docencia, fue una decisión difícil debido a que al no tener una claridad de lo que iba a estudiar, opté por entrar a Conafe. Yo me inclinaba más a una ingeniería civil o alguna biología marina. Y fue cuando entré a Conafe que no sé si sepa que Conafe se encarga de llevar educación a comunidades vulnerables, marginadas, y ahí fue donde me enamoré de lo que es la docencia”.

LD: En esos dos años en Conafe, ¿qué fue lo que lo llevó a decir: sí quiero ser maestro?

“Sobre todo que todos los días son diferentes y el hecho de que tal vez uno traiga problemas en casa y llegar a la escuela o la comunidad, los niños te inyectan de energía, te inyectan de buena vibra, que salen con sus ocurrencias, eso fue lo que me enamoró de la docencia”.

LD: Después de estudiar para maestro, de estar un año en una escuela de la ciudad de Los Mochis y que lo asignan a una primaria en Aguacaliente de Baca, ¿qué fue lo primero que pensó?

“Primero que nada, miedo, miedo porque va uno a lo desconocido, no sabía qué era a lo que me iba a enfrentar, puesto que tal vez lo más lejos que había llegado de ese rumbo era hasta El Fuerte. El municipio de Choix no lo conocía. Y opté al momento de darme el cambio, nos daban, bueno, en mi caso, me ofrecían Badiraguato, Sinaloa de Leyva y Choix, y opté por Choix, tal vez por ser lo más cercano y hacia donde más conocía. Pero sí era un temor más que nada a enfrentar lo desconocido porque tenía que dejar a mi familia, sabía yo que tenía que salir los lunes y regresarme los viernes y tal vez eso podría ser cada 15 días o cada mes”.

LD: ¿Cuándo le ofrecen estos municipios de la zona serrana de Sinaloa, no le dio miedo también el tema de la inseguridad?

“Claro que sí, uno al momento de escuchar el nombre de estos municipios es en lo primero que piensa, pero pues, igual era también pensar que es para lo que estudié, me tengo que arriesgar, porque es la única forma de cómo podemos entrar al Servicio Profesional. Lo acepté, acepté lo que es el municipio de Choix, pero también debo de reconocer que muchas veces son más los malos pensamientos que uno tiene, porque yo también cuando escuchaba el nombre de Choix era lo primero que me venía a la mente, pero ya al momento de estar allá uno se da cuenta de que hay personas muy nobles, muy lindas y muy serviciales porque valoran mucho el trabajo docente”.

LD: ¿Cómo fue la postura de su familia por aceptar trabajar en Choix?

“De hecho les marqué, no tomé la decisión por mí solo, fue una consulta con mi familia y sí tenían temor también. Incluso me dijeron que no aceptara, pero tenía que tomar una decisión y era en ese momento. Sí sufrieron los primeros meses porque cuando yo llegué a esta comunidad (Aguacaliente de Baca) no había señal telefónica, no sabían de mí de lunes a viernes. No teníamos comunicación hasta que yo llegaba a Choix y era cuando me podía comunicar”.

LD: Profe, ¿cómo fue el tomar camino hacia esta comunidad la primera vez?

“Fue muy difícil porque había llovido un día antes, para poder llegar a la comunidad llegamos hasta las 11 de la mañana, no pudimos trabajar el primer día debido a que cuando llueve el camino es de difícil acceso por el tipo de terreno que hay y yo iba maravillado porque sí me gustan mucho lo que son los paisajes y en esta temporada todo está verde, era algo nuevo para mí. Iba como un niño asomándome por la ventana. Pero para mí sí fue muy impresionante pasar la primera noche, el no saber dónde me iba a quedar, a dormir, por las noches fue un poco difícil, pero me prestó una casa una madre de familia, me hizo el favor de facilitarme esa casa, ahí estuve lo que fueron mis primeros dos años”.

LD: ¿Notó alguna diferencia de trabajar en la ciudad a una zona rural y serrana?

“Para ser sincero sí trabajé mucho más cómodo porque son grupos más reducidos aunque tenemos niños de varios grados, pero yo todo el tiempo lo he dicho: en el caso de los niños de la comunidad donde me toca trabajar son más nobles porque no tenían acceso a la tecnología, todavía jugaban a los trompos, a las canicas, no tenían esa maldad, valoraban el trabajo del maestro, pocas veces se perdía tiempo en llamar la atención porque no estaban atentos a clases o porque estaban jugando, incluso, a mí me gustaba escucharlos a ellos que platicaran de que ‘vamos a jugar a la roña, vamos a jugar a las escondidas’ porque me transportaba a mi infancia”.

LD: ¿Hay diferencias a nivel de educación en la zona rural y urbana?

“No tenemos acceso a muchas herramientas, a material didáctico tal vez. Por ejemplo, el primer año fue muy difícil porque había mucho qué improvisar en cuanto a poder utilizar material didáctico debido a que, por ejemplo, yo el día lunes me tenía que llevar todo lo que iba a trabajar en la semana, si ya en la semana me hacía falta algo tenía que echar mano de lo que tuviera dentro de la escuela e incluso dentro de la misma comunidad. Utilizamos mucho material reciclado, por decir así, si los niños ocupan una cartulina no hay manera de cómo podamos tener una cartulina y ahí es donde entra la dinámica del docente. Utilizamos cartón, utilizamos mucho lo que son los botes, las cajas de los medicamentos, piedritas, palitos. Incluso, lo puedo comentar, nos pedían una actividad de que los niños hicieran pinturas rupestres, nos pedía la actividad que utilizáramos pinturas, no teníamos pintura, optamos por utilizar las hojas de los árboles, con eso mimos tallábamos y con carbón de los palos quemados, incluso usamos hasta la misma tierra y cositas así de las que tenemos que echar mano para poder sacar las actividades”.

Aunque año con año debe adaptar las estrategias de educación a las necesidades de sus alumnos, el maestro Luis Eduardo Gámez Sánchez considera que ejercer la docencia en la zona serrana es un privilegio que le permite aprender y valorar la profesión y sobre todo a la comunidad donde trabaja.

Resaltó que la docencia es un trabajo que exige preparar todos los días las clases, al mismo tiempo buscar estrategias individuales para cada alumno, con el fin de que todos lleven un proceso de aprendizaje adecuado, por eso, asegura, es importante que la sociedad reconozca el esfuerzo que todos los maestros inyectan a su trabajo.

Te sugerimos: En riesgo 9 escuelas de iniciar clases sin luz en Choix: “Está muy lenta la CFE”, dice alcaldesa

Alrededor de 10 escuelas en El Fuerte y Choix iniciarán clases sin electricidad