Mazatlán, Sin.- Para la señora María de Jesús, doña Mary o Chuyita, como la llaman, no hay celebración del Día de las Madres, no hasta que no encuentre a su hijo que se lo llevaron un 17 de mayo del año pasado.
Afirma que todavía tiene la esperanza de encontrarlo, como Dios se lo quiera dar, por eso el tesón de empuñar la pala para abrir las entrañas de la tierra con el fin de buscar a su hijo Marco Alberto, que ya va a cumplir un año de que lo “levantaron” o privaron de su libertad en Prados del Sol, frente al Seguro Social, cerca de su casa en Mazatlán.
La señora María de Jesús hace un alto a sus labores de búsqueda para descansar del fuerte sol. Están desde temprano en los terrenos de Palmillas, al noreste de la ciudad, donde anteriormente han localizado fosas clandestinas e innumerables restos humanos.
“¿Dónde estás, hijo mío?” El clamor de una madre con hijo desaparecido que no pierde la esperanza
Ya escarbó la dura tierra con la pala, y se vino bajo un toldo para refrescarse un rato, aquí, afirma que hasta el momento, no ha logrado nada en su tarea de buscar a su hijo.
“Hasta ahorita nada, es pura desesperación, es buscar acá, me dicen, tú hijo puede estar aquí, puede estar acá, me han hecho llamadas diciéndome que lo tienen y es cosa que es pura mentira, y pues están jugando con mi desesperación de estarlo buscando. Y sí, la verdad es que es un dolor muy grande que no se lo deseo a nadie, a nadie le deseo ese dolor tan grande que me está pasando en este momento”.
La señora María de Jesús Estrada Escobar, a quien sus compañeras rastreadoras le dicen doña Mary o Chuyita, desde el mes de septiembre del 2022 se sumó a las rastreadoras “Tesoros Perdidos Hasta Encontrarlos”, principalmente porque la señora Irma Arellanes, le ha dado el apoyo para que busque a su hijo.
Recordó que cuando se dio la privación ilegal de su hijo, acudió a Fiscalía a levantar su acta por la desaparición de su hijo, y se encontró a este grupo, quienes gracias a Dios le han brindado el apoyo como ella ha querido, además de orientarla para hacer las cosas bien y no andar buscando por diferentes lugares por su cuenta.
-Se acerca un Día de las Madres, ¿qué espera María de Jesús?
“¿Qué espero? Volverlo a ver, que me abrace, que me diga: ‘madre, aquí estoy, ya regresé’. El 17 de mayo, él desapareció y el 10 de mayo del año pasado él me dio un abrazo, se levantó temprano, me abrazó, y jamás supe que me fuera a pasar esto, pero es una desesperación muy grande. El tiempo de detuvo y ¿cómo festejar el Día de las Madres? ¿Cómo?, si me falta uno, me falta uno”, manifestó.
Doña Mary dice que sus familiares le dicen que tiene dos hijos más, pero les responde que Dios le dio tres, y de esos tres le quitaron a uno, es por ello que no pierde la esperanza de encontrarlo, que Dios se lo dé de regreso como fuera.
“Si ya me le hicieron lo que le hicieron, que me dijera la gente que lo levantó, que se lo llevó me dijera: ‘tú hijo está ahí, ve y búscalo’, yo me acercaría a ese lugar que me dijeran que él está, es una esperanza muy grande, ya va a ser un año y todavía lo sigo buscando, lo sigo llorando, lo sigo esperando”, expresó.
La señora Mary dice que siempre observa la puerta con la esperanza de ver que llegue su hijo y se asoma por la ventana, y nada.
“Es una desesperación muy grande, ¿qué festejo hay ahorita?, tengo madre, gracias a Dios, pero, ¿cómo festejarlo?, Para mí no hay festejo, no, hasta encontrarlo, hasta encontrarlo”.
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Dice que sus dos hijos que están con ella, sí van a celebrar el Día de la Madre, pero no igual, sin ser lo mismo, porque también ellos esperan ver a su hermano, ya que lo extrañan.
Y se cuestiona:
“¿Cómo disfrutar un pastel?, ¿Cómo disfrutar el abrazo?, porque va a ser un abrazo de los hijos que me quedan pero el que me falta, ¿dónde está? Esa es mi pregunta: ¿Dónde está?, si vive, si muere, si come, si no come, si toma agua…”.
