Los Mochis, Sin.- Es triste pisar el espacio donde por muchos años estaba cubierto de agua y más aún recordar que ahí vivió de niño, pues es una de las personas desalojadas para dar paso a la construcción de la presa Miguel Hidalgo en el municipio de El Fuerte, cuenta don Arturo Soto Soto.
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Expresó que llegar al vaso para participar en la misa de los productores y pedir a Dios por las lluvias lo llenó de emociones encontradas porque recordó que cuando tenía 17 años, junto con su familia, tuvo que abandonar el rancho Japaraqui, al igual que lo hicieron los de El Aguaje, el Cerro del Mahone, Los Mezcales, El Toro y de otras tantas más.
Durante la entrevista manifestó que ahora vive en Ruiz Cortines, es el tesorero del Módulo Juntos. Foto: Emmanuel Casas.
“Es una emoción que lo embarga a uno porque le recuerda que salimos muy jovencitos, yo salí a los 17 años de edad, salimos el 23 de mayo de 1955 al rancho del Tepehuaje ahí permanecimos de esa fecha al 16 de enero de 1956 que nos fuimos a otro lugar para llegar a Ruiz Cortines el 23 de septiembre de 1956”, precisó.
Don Arturo recordó que muchas personas no soportaron el desalojo, el dejar sus casas. No pudieron adaptarse al cambio y murieron, sobre todo los más adultos, mientras que las personas jóvenes buscaron cómo abrirse paso a la transformación y al progreso que implica la construcción de unas presas donde es posible almacenar agua.
Don Arturo recordó que muchas personas no soportaron el desalojo, el dejar sus casas. Foto: Emmanuel Casas.
Durante la entrevista manifestó que ahora vive en Ruiz Cortines, es el tesorero del Módulo Juntos, y sabe la importancia que tiene el agua y la gravedad del problema que enfrentan por la sequía y para él es un asunto temeroso el que no se registren lluvias en el verano, por eso con la fe puesta en Dios participa en las oraciones para pedir por un buen temporal.
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Finalmente, señaló que atrás de la pequeña laguna en la que se ha convertido la presa por la sequía, están unas pequeñas ramas secas, en ese punto estaba su rancho Japaraqui y él recuerda que caminaba desde ahí hasta donde estaba el templo de María Auxiliadora en la comunidad de Sinaloita, el cual queda bajo el agua en tiempos de agua, pero ahora en el estiaje se puede recorrer a pie.
