Los Mochis, Sin.- Jorge Heriberto Ramírez Macías es un joven que le ha tocado una vida sumamente difícil desde niño, quien encontró en el violín un refugio para poder sobrellevar los malos momentos. Sin embargo, la cadena de tragedias y dolor siguen presentes, actualmente se encuentra internado en el Hospital General de Los Mochis y necesita con urgencia de medicamentos e insumos médicos.
Debes leer: Más de 70 personas se benefician con la jornada auditiva de Club Leones en Los Mochis
El joven estaba a cargo de su madre biológica la cual lo reclamó por tratarse de una persona con discapacidad y, a decir de quienes lo conocen, siempre ha sufrido de omisión de cuidados y malos tratos por parte de ella.
Luzita Lugo, compañera de Jorge y quien junto a su abuela le han brindado ayuda, señaló que la mujer que le dio la vida busca tenerlo con ella supuestamente para cobrar el beneficio de la pensión Bienestar del joven.
Y considera que la condición actual de salud de Jorge se debe a la falta de cuidados de su madre biológica. El joven ingresó en ambulancia al Hospital General de Los Mochis luego de que le habló a Luzita para pedirle ayuda porque se sentía muy mal.
La falta de alimentos y medidas higiénicas le provocó una fuerte infección, el vómito y diarrea complicaron su diabetes, por lo que su vida estaba en riesgo.
Actualmente está internado y requiere con urgencia de tiras reactivas de glucosa para glucómetro Gmate, complejo B, Tramadol con paracetamol, Celecoxib, pañales para adulto, entre otros.
Aunque Luzita y su abuela han estado a cargo de él, ya no cuentan con recursos para comprar los medicamentos, es por eso que la joven está solicitando el apoyo de la ciudadanía para ver si alguien que los tenga en casa, los pueda donar para Jorge.
“Me piden pañales, unas cositas que se llaman lancetas y otras cosas… me piden las tiras reactivas, el aparato que no lo tengo porque su mamá le quitó todas las cosas, pues, yo no tengo, yo le compré un poquito de ropa, del tianguis, la verdad, porque no puedo costearme de otro lado”, dijo su cuidadora a Línea Directa.
Las personas que estén interesadas en apoyar al joven de 31 años pueden acudir al Hospital General de Los Mochis al área de Trabajo Social a dejar el medicamento para el joven, dando su nombre, o bien, también comunicarse al teléfono celular: 6681875540, o realizar una aportación económica a la cuenta de Banco Azteca: 55 12 3824 14 09 1787.
Desde niño Jorge han enfrentado una vida muy dura y triste
Jorge Ramírez, el “chavo del violín”, como mejor se le conoce, vivió de pequeño en un hogar disfuncional por lo que DIF Ahome decidió separarlo de su madre y lo refugió en una casa hogar. Pero, al llegar a la adolescencia, las normas de este refugio temporal obligaron a las autoridades a trasladarlo a otro, siendo derivado a un orfanatorio en Michoacán.
La casa hogar conocida como “La gran familia”, era dirigido por Rosa Carmen Verduzco Verduzco, y fue desmantelado en el 2014 por las autoridades federales por acumular más de 150 denuncias por los delitos de trata de personas, privación ilegal de la libertad, abuso sexual, entre otros.
Esto obligó a las autoridades a trasladarlo a su ciudad de origen: Los Mochis, donde comenzó su vida como adulto y sin conocer a nadie, tomando al violín, su lugar seguro, como herramienta de trabajo.
Así comenzó a tocar en las calles del centro de la ciudad de Los Mochis y aunque encontró resistencia en algunos comerciantes, poco a poco, fue ganándose un espacio en la imagen urbana de la Zona 030 y del transporte público.
Sin embargo, el joven fue desarrollando neuropatía periférica derivado de un desarrollo infantil y juvenil con deficiencia en cuidados médicos y alimentación, derivando en una discapacidad neuromotora acentuada por el padecimiento de diabetes mellitus tipo I.
A pesar de su discapacidad, el joven continuó ganándose la vida tocando el instrumento musical, pero la situación económica empeoró en pandemia.
Su madre biológica reclamó sus cuidados y se lo llevó a vivir a Culiacán, donde sufrió de agresión física y malos tratos, por lo que la Fiscalía General de Justicia del Estado le emitió una medida de restricción.
Posteriormente, quien le dio la vida volvió a tenerlo bajo sus cuidados, y a decir de sus amigos y conocidos, estos eran carentes de medidas de higiene por lo que se contagió de una infección gastrointestinal. Aunque lo llevaron al Centro de Salud y recibió medicamentos, volvió a recibir descuidos en su alimentación, agravándose su estado de salud.
Ante este contexto, sus amigos consideran que Jorge Ramírez merece tener una vida feliz y digna, lejos de los problemas que viene arrastrando desde niño por contar con una familia biológica disfuncional, hermanos adoptados en otros hogares y la constante desatención de la persona que busca tenerlo a su lado para, supuestamente, obtener un beneficio económico de parte del gobierno.