Los Mochis, Sin.- Las ceremonias indígenas de Semana Santa perduran porque se pasa de generación en generación y porque muchos de los protagonistas participan por el ofrecimiento de una manda hecha a Dios, al enfrentar situaciones complicadas de salud o hechos familiares, manifestó Diana Martina Aboite Valenzuela.
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La representante de la bandera mayor de Semana Santa en el Centro Ceremonial de San Miguel Arcángel, confirmó que este viernes realizaron la simulación de la muerte de Jesucristo al interior del templo, y lo hicieron con la intervención de un lancero, un tamborero y un judío con un cuchillo, y el cuerpo inerte fue colocado en una urna.
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Dijo que mientras el cuerpo está en la urna, se realizan corridas por distintas comunidades cercanas al Centro Ceremonial de San Miguel, buscando a Jesucristo, y al caer la tarde empiezan los llamados contis, que no es otra cosa que una procesión que recorren las calles de la sindicatura, orando con la Virgen de Dolores, la Virgen María Guadalupe, San Judas Tadeo y Jesucristo.
“Se mantienen las tradiciones porque por ejemplo ella se mantiene porque hizo una manda de por vida, en su momento acudió a las autoridades indígenas, les planteó sus motivos y se ofreció y así la mayoría de los cristeros, los cuales se van supliendo cuando fallecen, después de muchos años de ser protagonistas de las ceremonias en Semana Santa”, explicó.
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Precisó que estas procesiones se llevan a cabo a las 6:00 de la tarde a las 10:00 de la noche, y a las 12:00 de la medianoche, mientras que el sábado programan la corrida de Gloria y quema de máscaras que se tiene prevista a las 12:00 del día en el templo, y el domingo se anuncia la resurrección de Jesucristo, se baja la imagen del niño perdido a la enramada indígena, y se adorna con una bule de agua, una cruz, una penca de miel, un pescado, y un pedazo de pan y los pascolas lo trasladan de nuevo al centro ceremonial.
Manifestó que acuden a estas tradiciones de Semana Santa no solamente los indígenas, sino pobladores en general que gustan de estas actividades espirituales.
A las afueras del templo y previo a la llegada al centro ceremonial, se instala venta de comida, bebidas, antojitos diversos y artículos que ayudan a cubrirse del sol, como paraguas y sombreros.
