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Navolato, Sinaloa.- Que se haga justicia y que no quede impune el asesinato de la niña Alma Delia, claman los asistentes a su funeral en la agrícola La Capilla, en Navolato.
Con restricción a la prensa para ingresar al velorio, desde la cerca se aprecia a lo lejos una carpa de color azul, donde una madre llora la muerte de su hija, mientras que por la puerta principal del campo, entran amigos y compañeros de trabajo, algunos con flores, pero todos con el único propósito de dar el pésame y dar fortaleza a los deudos.
Los comentarios de la gente son muy claros y directos: que lo metan a la cárcel y no salga nunca, mató a una niña inocente que sólo jugaba esa noche en el patio de la cuartería.
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El mayordomo de la agrícola La Capilla, Eloy Merino, quien se ha hecho responsable de apoyar a la mamá de la pequeña Alma Delia, informó que el cuerpo de la menor será trasladado al estado de Guerrero, donde recibirá cristiana sepultura, y los gastos de los funerales los cubrirá en su totalidad el patrón.
Debido a que la madre de la infante Alma Delia no habla español, fue Eloy Merino quien reveló que la señora tenía 6 hijos y hoy le quedan 5, que vive sola desde hace algunos meses porque dejó a su esposo que la golpeaba y era alcohólico.
“Lo que quiere la mamá es que haya sentencia, que quede en la cárcel porque la niña chiquita no tiene la culpa, la gente quiere que se quede en la cárcel”, exigió.
Desde la carretera se observa un altar que le hicieron a Alma Delia, donde colocaron flores y veladoras como una señal donde quedó su cuerpo inerte la noche del martes, cuando un hombre aparentemente bajo el influjo de las drogas le quitó la vida a machetazos, pero antes agredió a tres personas más en su camino, hasta que fue detenido por los guardias de seguridad y entregado a las autoridades de gobierno.
