Los Mochis, Sin.- La Comisión Estatal de Derechos Humanos -CEDH- exhorta a los padres de familia de sexto grado de la escuela primaria “Independencia”, ubicada en la colonia Anáhuac, que denunciaron públicamente presuntos malos tratos en contra de sus hijos, a acudir a sus oficinas.
La visitadora regional del organismo, María Araceli Sepúlveda Sauceda, dijo a Línea Directa que la Comisión está en la mejor disposición de brindar asesoría, acompañamiento e, incluso, iniciar un expediente de caso, en caso de los padres de familia lo consideren necesario.
Señaló que por ningún motivo se puede permitir agresiones físicas, psicológicas o castigos abusivos en contra de las niñas, niños y adolescentes.
Te puede interesar: Fuerzas Armadas no tienen denuncias de violación a derechos humanos en el sur: Núñez Millán
“Desde luego que la invitación es acudir ante nosotros como Comisión Estatal de Derechos Humanos para atenderles y recibirles cualquier queja que ellos consideren que ellos están siendo agraviados, sus hijos, en este caso, y desde luego que estamos en la disposición siempre de atenderles”, dijo.
Sepúlveda Sauceda señaló que los padres de familia pueden acudir a sus oficinas que se ubican por la calle Niños Héroes número 781, entre Marcial Ordoñez y Cuauhtémoc, en la colonia Bienestar, muy cerca de la escuela secundaria IMA; o, bien pueden comunicarse al teléfono: 6688170225.
Este jueves, la directora del plantel solamente atendió a los papás uno por uno, les negó el acceso a las instalaciones de manera grupal y, varios, ante la espera y negativa optaron por retirarse del lugar.
También puedes leer: Continúan policías sin respetar derechos humanos, denuncia dirigente de Concanaco en Mazatlán
Sin embargo, este viernes, están convocados a una reunión desde hace varios días por parte de las autoridades educativas, por lo que, señalan, aprovecharán este espacio para plantear el problema y exigir el cambio de la maestra Rosario, “Chayito”, del grupo.
Además, para dar seguimiento a los dos niños que, presuntamente, la docente los obligó a golpear uno de los muros concreto.