Guasave, Sin.- Apoyados con pancartas en las que se leía : “exigimos justicia y reconocimiento a nuestra antigüedad”, maestros de la Universidad Autónoma de Occidente se apostaron en la entrada principal de la Unidad Regional Guasave para hacer pública su inconformidad por la desaparición de una de las categorías de profesores D e I que antes existían y a partir de la adquisición de la autonomía de la universidad ya no se les otorgan.
Esta situación de diferencia en el tabulador es la que aseguran les ha afectado durante estos cuatro años en los que no se les ha reconocido la antigüedad y el desarrollo profesional, pues recibieron un compromiso de la actual rectora, Silvia Paz Díaz, que hasta el momento no se les ha cumplido.
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“Le dijimos que era arbitrario quitar dos categorías que ya nos habíamos ganado, se llegó al acuerdo de que sean homologados los salarios, es decir, que la máxima categoría C iba a ganar lo de la máxima categoría I, que era la que estaba quitando ella, tenemos todas las evidencias aquí y hemos dado seguimiento, su excusa es que no hay presupuesto y quiere que esta penitenciaría brinque a la administración que viene, pero el tema es que tienen que resolver ellos el problema que ella causó”, sostuvieron.
Por su parte, el director de la Universidad Autónoma de Occidente, unidad Guasave, Carlos Manuel López Reyes, dijo que esta es una situación a la que tuvieron que ajustarse al momento de adquirir la autonomía porque en la normativa de la SEP no existen esas categorías, sí se les respetó a los que ya las tenían, pero al resto no se les pueden otorgar.
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“De varias formas la rectora los ha atendido a ellos, se les ha explicado que el presupuesto y el subsidio está limitado, con la autonomía desaparece la categoría I, porque en todas las universidades que pertenecen a la Anuies no la tienen, nosotros nos tenemos que adaptar y los profesores lo saben, se les ha explicado”, dijo el director.
Agregó que el recurso económico que se le otorga a la universidad es limitado y en ese sentido no han podido cumplir con la homologación de los sueldos a través de un subsidio como se pensó inicialmente, aunque las gestiones se han hecho ante el Gobierno del Estado.