Culiacán, Sin.– Con un incremento superior al 50 por ciento, los casos de “sexting” se han convertido en un fenómeno en México para ubicarlo entre los países en Latinoamérica con mayor incidencia de esta práctica, la cual consiste en compartir contenido multimedia como fotografías de carácter sexual a través de teléfonos móviles.
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El maestro de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Jorge Luis Ceyca Hernández, advirtió que este incremento expone tanto a jóvenes y adultos como incluso a menores de edad, sector más vulnerable a esta actividad.
“El sector más vulnerable precisamente comienza con los niños, sobre todo si no hay un buen control parental (…) cuando utilizan las redes sociales, cómo las utilizan, porque ellos son, en este caso, la población más vulnerable y susceptible a que sean sobre todo presas de otro fenómeno denominado grooming”, mencionó.
Según la organización Save The Children, el “grooming” es una forma delictiva de acoso que implican a un adulto que se pone en contacto con un niño, niña o adolescente con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual.
Respecto al sexting, existen dos tipos, divididos en activo, el cual consiste en el envío constante de imágenes de carácter sexual; y el pasivo, donde involucra a aquellos que reciben esa información ya sea porque la solicitan o no.
Ceyca Hernández señaló que existen diversos riesgos por practicar el sexting, entre ellos el ser víctima de extorsión al ser evidenciados por hacer públicas sus imágenes sin consentimiento, lo que causa inestabilidad emocional y psicológica, además de dañar las relaciones personales y poner en riesgo su seguridad.
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En ese sentido, el especialista recomienda a los padres de familia fortalecer los lazos de comunicación con sus hijos, tener un monitoreo constante en el manejo de los dispositivos electrónicos y redes sociales, así como configurarlos para mayor control de la privacidad y en caso de ser víctimas inmediatamente reportarlo con la autoridad competente.