Mazatlán, Sinaloa. El Museo Nacional de la Ballena ya abrió sus puertas al público. Este espacio invita a sus visitantes a que “aguanten la respiración” y sumergirse en el mundo de la vida marina para conocer más sobre el comportamiento de las ballenas, a través de recorridos guiados.
El nuevo atractivo que tiene Mazatlán cuenta con 12 salas interactivas, en las que el espectador disfrutará experiencias sensoriales en cada una.
El espacio asemeja un buque de carga, porque la finalidad es señalar el daño que estos causan cuando los contenedores que transportan caen al mar, lo que representa un peligro para las ballenas y demás especies marinas.
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Conforme avanzan entre los pasillos, el personal guía brinda información de cada uno de los esqueletos que están en exhibición, mientras que las pantallas de alta definición muestran datos interesantes de estos cetáceos y los desafíos que tienen que enfrentar en las profundidades del mar.
Roberta Ortega, coordinadora de Comunicación, dijo que durante al día llegan a recibir 300 personas y los recorridos se hacen en grupos de 15 personas, y una de las salas favoritas es “El Viaje de Thalassa”, donde un documental narra la travesía de una ballena jorobada que ingresa a las aguas cálidas de Mazatlán. La experiencia es muy elocuente porque el espectador vive una realidad virtual como si fuera auténtica.
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“Ahorita nuestra sala estrella es la inmersiva, que es ‘El Viaje de Thalassa’. Es una ballena jorobada, es una ballena mazatleca, entonces tantos locales como foráneos han acuñado bien a ‘Thalassa’, su historia es fascinante, viene desde aguas de Alaska y llega Mazatlán a tener a su cría”.
Explicó que cada sala está diseñada para familias en general, sin embargo, hay algunas en las que los adultos se sienten identificados y una de ellas es como aplicación digital “Tinder”, donde las personas, a través de los sonidos que emiten la ballena, son seleccionadas para que pueden encontrar el amor, tal como sucede en las profundidades del mar con estas especies marinas.
El público podrá conocer todos los detalles y la evolución de los cetáceos en el recorrido por las 12 salas, así como la exhibición de 30 esqueletos, de los cuales solo dos son réplicas. Además, cuenta con un salón donde hay libros relacionados con la vida marina, y muestran especies como delfines entre otros que forman parte del equilibrio.
“Miles de ballenas no pueden estar equivocadas, vienen año con año a partir de finales de noviembre y a finales de febrero, y eligen Mazatlán para nacer, porque todo mundo quisiéramos nacer en Mazatlán, en esta tierra tan bondadosa”.
Este recinto está listo para recibir a sus visitantes de martes a domingo, en un horario de las 10:00 de la mañana a las 6:00 de la tarde. Los precios son Observatorio-Museo para turistas, 500 pesos y el ingreso solo al Mumba cuesta 300 pesos, mientras que locales pagan por el paquete Observatorio-Museo 450, pesos, y solo al museo, 250.
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