México.- Toda obsesión es dañina, y con esta sabemos que muchas mujeres y hombres se irán para atrás.
Es la que se representa lavando, limpiando, sacudiendo, en fin, aquella que trata de tener la casa como “un espejo” y la ropa siempre, pero siempre impecable… la limpieza.
Es claro que tener una casa en óptimas condiciones es lo ideal, nos libramos de gérmenes, hongos y demás virus que rondan en el ambiente y que sobre todo en estos tiempos de pandemia, se deben mantener a raya para que no afecten a nadie de nuestra familia.
Pero para aquellos que no saben compartir las actividades o peor aun, están a cada minuto viendo si hay polvo o manchas en el piso o la ropa y de inmediato se ponen a limpiar, podría causar serios daños a la salud, que muchos especialistas comparan con los efectos de fumar.
¿Cuál es el motivo por el que limpiar obsesivamente puede causarnos daño?
Dejaremos para más adelante el daño psicológico y de socialización para enfocarnos en los efectos de tu salud física.
Recuerda que todo producto que utilizas para la limpieza contiene agentes químicos que invaden tu organismo: el cloro, el jabón, sosa, desinfectantes, aceites, que estas aspirando durante la limpieza de tu hogar.
Como el caso de Brisseida, que aprovechando que se estaba bañando, no soportó ver una mancha y cargada con cloro roció por toda el área y terminó en el hospital intoxicada y con daños en sus pulmones.
O como Lupita, que para limpiar su estufa utilizó una cantidad de un químico que le recomendaron y sufrió quemaduras considerables.
A parte de los químicos que se van directo a tu sistema respiratorio, hay otros, como la postura al limpiar, como le sucede a Alma que termina “tronchada” al trapear su casa debido a que, aunque parezca lo más fácil del mundo tomar un trapeador y hacer la limpieza, la falta de conocimiento de cómo hacerlo sin afectar su cintura, le deja secuelas permanentes.
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O Daniel, un obsesivo con la limpieza que padece del “manguito rotador” en su brazo por las cubetas que carga para limpiar patios, baños, y todo lo que se le atraviesa.
Las amas de casa, trabajadoras del hogar y de limpieza, sufren constantemente de problemas respiratorios, corporales, entre otros, por no verificar los productos que usan, las posturas que asumen o cuidados al realizar sus actividades.
Así que lo ideal es compartir las rutinas de casa, no obsesionarse y sobre todo, utilizar y vigilar que los productos que se usen para la limpieza sean lo menos agresivos posibles para que nuestra salud no se merme.
Sobre el aspecto psicológico solo te haremos esta pregunta, ¿cuántas veces has preferido quedarte limpiando a salir con tus amigos, tu familia o pareja? Piénsalo bien y determina el grado de obsesión que tienes.