Da click aquí y encuentra más información de Línea Directa Portal en nuestra página de Google News
México.– Muchas personas aseguran que los medicamentos todavía sirven después de tres meses de su caducidad, es por ello que seguramente has escuchado “tómatelo, no te pasa nada”, “todavía le quedan tres meses”, pero ¿será eso verdad?
Además tal vez también has oído que dicen que si ya está caducado y te lo tomas, lo más que puede pasar es que no te haga.
Sin embargo, el doctor Omar Carrasco Ortega, jefe del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica en entrevista que eso es solo un mito y que tomar medicamentos caducados sí puede afectar tu salud.
Los medicamentos tienen una fecha de caducidad para asegurar que conserven sus características físicas y químicas, y para qué funcionen para curarnos.
Es por ello que el fabricante hace pruebas de estabilidad a los componentes de un medicamento y así es como sabe por cuánto tiempo funcionará; además de que los exponen a altas o bajas temperaturas, así como a humedad, para simular los distintos lugares en donde se venderán.
“Si nosotros utilizamos medicamentos fuera de la fecha de caducidad, corremos el riesgo de que los componentes sean afectados por estas condiciones climáticas o las condiciones de almacenamiento y entonces no hagan el mismo efecto”, comentó el doctor.
Al escuchar o leer puede “disminuir la eficiencia” tal vez pienses que no están grave como creías, pero la verdad es que sí lo es.
“Si hablamos de medicamentos para la diabetes es el mismo escenario, son medicamentos que se toman todos los días y un control deficiente de la glucemia puede llegar a alteraciones importantes”, agregó Omar Carrasco.
Si te tomaste una medicina caduca pero su vencimiento tiene poco tiempo, la posibilidad de que sus componentes sean tóxicos es baja, pero el tomar uno caducado puede traer condiciones más graves.
Cabe señalar que Carrasco Ortega explica que, mientras más pasa el tiempo, las medicinas pueden estar contaminadas por bacterias u hongos por haberlos guardado en malas condiciones; o que sus componentes químicos se desestabilicen y se hagan tóxicos.