México.- ¿Se te cae el pelo, tu piel está reseca, estás comiendo de más y el sueño se te va?, seguramente eres una de las miles de víctimas del tecnoestrés.
¿Qué es el tecnoestrés?
El tecnoestrés se presenta cuando se priva a una persona del uso de equipos tecnológico, es decir, que se priva de su herramienta principal a quienes abusan del uso de estos aparatos.
Erika Villavicencio-Ayub, de la Facultad de Psicología de la UNAM indicó que: “Ahí aparece el denominado tecnoestrés, derivado del uso desadaptativo de las tecnologías. Aunque depende de la situación, también podemos hablar de una tecnofatiga, cuando se está expuesto a largas horas con exceso de carga laboral”, dijo.
Con la pandemia del COVID-19, el realizar trabajos en casa incluso hasta actividades educativas, el uso excesivo de equipos digitales ha crecido alarmantemente entre los integrantes de una familia.
Cada vez más padres y abuelos están atentos de sus equipos para verificar las actividades de sus hijos; más niños también deben estar activos y en línea; igual sucede con los empleados que realizan el home office, que han indicado que “trabajan más que cuando están en oficina”, ya que sus horas laborales salen de los márgenes del checador.
La especialista indica que “cuando aun empleado se le exige que esté conectado 24/7, incluidos fines de semana, obviamente se considera una cultura laboral tóxica que conlleva al estrés, y que repercute en la productividad”.
Este transtorno, además de los síntomas que comentamos al inicio, como caída del cabello, excesiva alimentación, falta de sueño entre otros, también puede sumar un mayor riesgo de enfermedades mentales, cardiovasculares, ya que prácticamente el cerebro no descansa, y aumenta el riesgo de depresión, miedo y presión.
Igual pasa con los menores de edad, que terminan sus clases en línea, y al terminar regresan a sus “juegos” que los mantienen prácticamente todo el día conectados.
¿Ya sacaste cuentas de cuántas horas al día estás conectado a tu celular, computadora o tablet? ¡Cuidado!