Culiacán, Sinaloa.- Este jueves se presentó el “Manifiesto ante la alianza PAS/Morena y simulación en la elección en la UAS”, convocada por los catedráticos Arturo Santamaria Gómez; Ana Luz Ruelas Monjardín; Ernesto Hernández Norzagaray; Carlos Karam Quiñónez y Teresa Guerra Ochoa.
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La doctora Teresa Guerra Ochoa, columnista y comentarista de radio, cuestionó la relación política entre los exrectores de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda y Rubén Rocha Moya, este último, candidato a gobernador del Estado por los partidos Morena-PAS; señaló que, si ganan la elección, ambos serán un peligro para Sinaloa.
“Y lo hemos dicho, con la corrupción no hay transformación, hay retroceso, ellos no van a rectificar si no alzamos la voz, si no hay gente que dice que eso es un peligro para Sinaloa, pero, a como vemos, se sienten cómodos en la alianza, nosotros simple y sencillamente advertimos que eso es un peligro para Sinaloa”, sentenció.
Por su parte, Ana Luz Ruelas Monjardín cuestionó que la alianza de Morena con el PAS y el varguismo, además de que contradice lo que muchas veces criticaron, tanto Andrés Manuel López Obrador y Rubén Rocha Moya, se le ha entregado a Melesio Cuén un protagonismo insólito, se diría que, nunca visto en la historia de México, prácticamente como vice candidato, que avisa de los acuerdos establecidos que podrían concretarse en caso de que Rocha Moya gane las elecciones el próximo 6 de junio.
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En el documento que dio lectura, expuso que el Partido Sinaloense es el negocio político de un solo hombre que finca su membresía y actuación en el control ilegal, inmoral y autoritario que ejerce sobre autoridades, profesores, estudiantes, administrativos e intendentes de la UAS. El PAS, sin el control político de la UAS, no existe, dijeron.
“No solamente nos dañamos a nosotros mismos, sino que nos convertimos en cómplices de las fuerzas más retrógradas de las sociedades, hay que cerrarles el paso el 06 de junio con nuestros votos”, sugirió.
En su participación, Arturo Santamaria Gómez indicó que un partido así, incorporado al Gobierno de Sinaloa y con la posibilidad de gobernar varios ayuntamientos y con una importante presencia en el Poder Legislativo estatal, intentaría reproducir sus prácticas coercitivas, impositivas y excluyentes, francamente “fascistoides”, sobre la ciudadanía sinaloense. Añadió que Morena lo está permitiendo todo con la ambición de llegar al poder en Sinaloa.
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“Un partido así, incorporado al Gobierno de Sinaloa intentaría reproducir sus prácticas coercitivas, impositivas y excluyentes, y francamente regresivas y fascistoides, sobre la ciudadanía sinaloense, y Morena le está permitiendo todo con la ambición de llegar al poder en Sinaloa”, reprochó.
Por último, se informó que los firmantes de este “Manifiesto ante la alianza PAS/Morena y simulación en la elección en la UAS”, sostienen que el acuerdo electoral de Morena y PAS no encamina a la entidad a un mejor gobierno ni a una mejor sociedad, y se corre el enorme riesgo de arrojar al precipicio las luchas más auténticas y justicieras de las mejores mujeres y hombres de Sinaloa.
Manifiesto íntegro:
Los aquí presentes nos identificamos como gente de izquierda, o más bien, como personas de izquierdas, en plural, porque seguramente no coincidimos en todo. Algunos son o han sido militantes de alguna organización o partido de izquierda, otros no; pero lo que nos vincula firmemente es estar convencidos que la mejor sociedad es la que hermana la justicia social con la democracia.
No estamos conformes con una sociedad que relegue o menosprecie la justicia social y la igualdad de géneros., pero tampoco estamos de acuerdo con una sociedad o partido político que menosprecie, ponga en un segundo plano o simplemente ignore la democracia.
Sabemos por experiencia propia y, sobre todo, porque la historia nos lo ha demostrado incansablemente, que una organización, movimiento y/o partido prefigura lo que será si llega al poder. Desde su concepción, la mayoría de las veces, un ente político nos está anticipando cómo se comportará cuando acumula poder. Y decimos la mayoría de las veces, porque ha sucedido que partidos que nacieron democráticos involucionan, generalmente cuando gobiernan, hacia formas autoritarias e incluso totalitarias.
En el México del presente, muchos si no es que todos los que aquí presentamos este documento, depositamos muchas esperanzas en que Morena, aun con todo y sus contradictorias alianzas, a partir de 2018 iría construyendo un país más justo social y políticamente más democrático. Y en efecto, gran parte de la sociedad mexicana, sobre todo la que encarnan los que menos tienen y que son más del 50 por ciento de los habitantes de nuestra nación, están convencidos de que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador les ha traído más beneficios que los que entregaron los gobiernos de los 40 años anteriores. Quizá la justicia social en el país podría ser aún mejor con otras políticas gubernamentales, pero no podemos negar que las mayorías mexicanas piensan que, por fin, ha llegado un gobierno que les ha llenado varias de sus aspiraciones.
No obstante, quizá con algunas diferencias de interpretación entre algunos de nosotros, pensamos que los diferentes niveles de gobierno de Morena, desde el nivel federal, estatal y municipal, incluyendo sus representantes legislativos tanto en el ámbito federal como en los estatales dejan mucho que desear, aunque esto varié de entidad a entidad.
En Sinaloa, particularmente, tenemos ejemplos de gobiernos locales muy desafortunados, lo cual es válido para prácticamente todos los sellos partidarios, pero los más decepcionantes aún son los Ayuntamientos presididos por Morena. ¿Por qué son más decepcionantes? Porque esperábamos mucho más de ellos. Porque habían llegado como resultado de largas décadas de lucha y sacrificio, que a miles les costó la cárcel y la muerte. Esos gobiernos son decepcionantes porque eran la herencia de muchos movimientos sociales, cívicos, culturales, y elaboraciones intelectuales de varias generaciones de luchadores revolucionarios y democráticos, entre los cuales, por ciertos, no estaban los alcaldes de Ahome, Culiacán y Mazatlán.
Ya sabíamos cómo eran los gobiernos del PRI y del PAN, y esperábamos, con esperanza, buenos gobiernos de Morena en Sinaloa. Quizá con la excepción de Guasave, han sido de malos a pésimos. Han sido mentirosos, misóginos, nepotistas, corruptos y autoritarios. Los luchadores honestos, dentro y fuera de Morena, no pueden sentirse sino traicionados.
Pero, si sus gobiernos han sido dolorosamente lamentables, la actuación de Morena como partido, sobre todo a la hora de seleccionar candidatos y establecer alianzas electorales son ejemplo de traición a sus principios. No hubo participación de sus bases, no hubo ni el más mínimo procedimiento democrático, dejaron fuera a sus mejores militantes y se aliaron con las fuerzas políticas más oscuras y retardatarias de Sinaloa.
La alianza de Morena con el PAS y el varguismo, además de que contradice lo que muchas veces criticaron tanto Andrés Manuel López Obrador y Rubén Rocha Moya, se le ha entregado a Melesio Cuén un protagonismo insólito, diríamos que nunca visto en la historia de México, prácticamente como vice candidato, que avisa de los acuerdos establecidos que podrían concretarse en caso de que Rubén Rocha Moya gane las elecciones el próximo 6 de junio.
El PAS es el negocio político de un solo hombre que finca su membresía y actuación en el control ilegal, inmoral y autoritario que ejerce sobre autoridades, profesores, estudiantes, administrativos e intendentes de la UAS. El PAS sin el control político de la UAS no existe.
Un partido así, incorporado al Gobierno de Sinaloa y con la posibilidad de gobernar varios ayuntamientos y con una importante presencia en el Poder Legislativo estatal intentaría reproducir sus prácticas coercitivas, impositivas y excluyentes, francamente facistoides, sobre la ciudadanía sinaloense. Y, Morena, la está permitiendo todo con la ambición de llegar al poder en Sinaloa.
Nosotros creemos que el poder se construye y se practica legal y democráticamente, o no puede haber una sociedad ni justa ni democrática. Es inviable una sociedad democrática cuando los partidos que llegan al poder no lo son. En cambio, es muy posible un gobierno autoritario cuando los partidos que ganaron una elección lo son.
Por todo lo anterior, nosotros los aquí reunidos sostenemos que el acuerdo electoral de Morena y PAS no encamina a nuestra entidad a un mejor gobierno ni a una mejor sociedad, y se corre el enorme riesgo de arrojar al precipicio las luchas más auténticas y justicieras de los mejores mujeres y hombres de Sinaloa.
Entre nosotros, es probable que algunos y algunas se abstengan de votar y otros sí lo hagan en favor de diferentes propuestas. Quizá algunas y algunos voten cruzado entre Morena y otras opciones. No hemos confesado nuestra decisión, cada uno estará en libertad de inclinarse por lo que su conciencia le dicte. Somos mujeres y hombres libres.
Muchas gracias por escucharnos.
