Culiacán, Sinaloa.- El incendio llegó cuando eran cerca de las 11:00 de la mañana a la casa de los hermanos José y Eduardo; primero apareció un humo fuerte que para nada agradó a quienes se encontraban cerca de la zona en la colonia Pemex, en la capital del estado.
VIDEO: ¡A cubetazos! Jesús y cinco compañeros más ayudaron a calmar el incendio en la colonia Pemex
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Ante ello, un chico de sólo 20 años de nombre Jesús, quien trabaja en la carpintería que se encuentra a 7 metros del incendio, decidieron salir, y junto con sus cinco compañeros, no dudaron en ayudar para tratar de sofocar las llamas, que ya eran intensas.
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Aunque al interior solo se encontraba una moto, que era parte de los objetos junto con un sillón y un portagarrafón, el joven señaló que no dudaron en apoyar en sofocar el fuego.
“Yo estaba en el taller aquí de carpintería, estábamos por ahí fuera de la ventana, miramos que repentinamente iba empezando a salir el humo, entonces pensamos que eran llantas, ya que por aquí hay vecinos que acostumbran a quemar basura o algo, pero después empezamos a ver que se hacía más grande el humo, se puso a poner más fuerte y fue cuando decidimos evacuar a todos alrededor y empezamos a llamar al 911 para que llegaran lo más rápido posible, en caso de que hubiera alguien adentro”, relata Jesús.
Y sí, porque aún no llegaba personal de Bomberos, el joven y 5 compañeros más de la carpintería se aventuraron en apoyar a sofocar el fuerte fuego y humo con unas “cubetas de agua”, pero no fueron suficientes, y fue al llegar los mismos Bomberos, quienes les solicitaron también varias cubetas para poder hacer el trabajo bien.
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“Teníamos con cubetas, porque no teníamos acceso fácil, pues las ventanas estaban todas serradas y las puertas también y cuando llegaron los Bomberos, lo primero que nos encargaron fue traer cubetas con agua y se las trajimos, éramos como unos cinco los trabajadores de aquí de la carpintería”, precisó el joven de la colonia Pemex.
Al final el fuego fue controlado, y Jesús de nuevo se dijo dispuesto, aunque no deseoso, de que pasen estos hechos, ya que sí les estremecen cuando ocurren con personas de por medio.
“Lo bueno que no había nadie adentro y que no pasó de ahí”, finalizó Jesús.
