Culiacán, Sin.- Guadalupe es una víctima más de la violencia que se registra en Sinaloa. Pasó, dirían las autoridades, por el lugar equivocado y en el momento equivocado. Ella y su familia venían de regreso a la ciudad de Culiacán luego de visitar a su abuela en la sindicatura de Costa Rica, una visita adelantada por el Día de las Madres, cuando quedaron en el fuego cruzado, en una de las tantas balaceras que se registran en Sinaloa. Cuando venían en carretera quedaron en medio de un enfrentamiento entre policías municipales y presuntos “robacarros”. Los agentes habían recuperado una camioneta con reporte de robo y los delincuentes les dieron alcance y los enfrentaron. Fue a la altura de la carretera La 20 cuando escucharon balazos, luego vieron sangre por todos lados en el carro, las balas habían herido a su hermana Guadalupe y a su tía, narra Josefina entrevistada por Línea Directa en la sala de espera del hospital. “Oímos que venían unos carros disparando atrás de nosotros, veníamos por el carril del medio y quedamos en el medio de los que estaban disparando, a mi hermana le tocó y a mi tía también”, comentó.Su tía, quién iba de copiloto, tuvo una herida de bala en el brazo derecho y otra en la cabeza por esquirla, pero ya fue dada alta y está fuera de peligro. Guadalupe iba manejando y recibió un balazo que le destrozó la nariz, perdió el ojo izquierdo, y tiene un problema en los pulmones. Ella no dice nada, está en shock, ya sabe lo de su ojo, pero sólo quiere sentirse bien, relata su hermana. “A ella le destrozaron toda la nariz, le cortaron la nariz del balazo; perdió un ojo, el ojo izquierdo, y en los pulmones tuvo un problema porque yo creo que tragó sangre o algún golpe y se puso bien grave de los pulmones también. Ella está mal, lo que ella quiere es sentirse bien, ya sabe lo del ojo, pero no dice nada”, relató. Tiene 42 años de edad, es casada y madre de cuatro hijos, de 19, 13, 12 y 9 años de edad. El más chico iba con ellas en la camioneta. A parte de su hermana, su tía, ella y el niño de 9 años, los acompañaba su otro sobrino, un joven maestro de 25 años de edad. Josefina y sus sobrinos iban en la parte trasera de la camioneta doble cabina. Los tres salieron ilesos al agacharse entre los asientos del vehículo, pero su hermana y su tía que iban adelante no corrieron con la misma suerte.”Yo pensaba que nos iban a matar, yo no sé cómo salimos vivos”, dijo.Josefina pide apoyo a las autoridades para pagar los gastos médicos. Señaló que todavía le faltan tres cirugías más en la nariz y otra en el ojo que perdió.
Perdió la nariz y un ojo en fuego cruzado en Culiacán
Guadalupe es una víctima colateral de la violencia en Sinaloa
Fuente: Internet