Mazatlán, Sin.- El operativo especial de seguridad en la zona de playa enfrentó muchas dificultades, porque los mismos bañistas no cumplían con acatar las recomendaciones de los mismos salvavidas y hubo necesidad de mandarlos a Barandilla.
El coordinador de la Policía Acuática en Mazatlán, Gustavo Espinoza Bastidas, destacó que durante el operativo de verano, la idea prioritaria fue salvaguardar la integridad física de los visitantes, por lo que algunos casos fue necesario actuar conforme al Bando de Policía y Gobierno por hacer caso omiso a las recomendaciones.
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Durante los 55 días de acciones la presencia de bañistas superó los 280 mil visitantes distribuidos a lo largo de la franja costera; hubo 43 alertas para intervenir y poner a salvo a 31 personas, además se contabilizaron 15 atenciones médicas; también fueron encontrados seis menores de edad en condición de extravío que tiempo después fueron entregados a sus familiares.
Espinoza Bastidas reconoció que el operativo de seguridad presentó complicaciones con turistas que hicieron caso omiso a recomendaciones y reglas para estar en las playas, principalmente por encontrarse bajo los influjos del alcohol, ingresar al mar con ropa inapropiada, fuera del horario establecido y causar actos de molestia.
Informó que se llevaron a 30 personas aproximadamente ante el Juez Cívico quien les aplicó su sanción correspondiente.
Y sobre el tema de visitar las playas después del horario permitido, explicó que dos personas perdieron la vida, por lo que ante esta situación fue necesario ampliar los recorridos durante la noche.
El oleaje expulsó un total de 10 animales marinos, tres delfines y siete tortugas, por lo que para evitar malos olores e imagen a los visitantes, el personal salvavidas optó por dar sepultura a las especies en la arena siguiendo el protocolo correspondiente.
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Coordinados con Protección Civil y Capitanía de Puerto, la Policía Acuática también estuvo en constante monitoreo de las condiciones del mar por la presencia de fenómenos hidrometeorológicos, donde en algunas ocasiones fue necesario alertar sobre el cierre de actividades de playa con el fin de evitar situaciones de riesgo para los mismos bañistas.