Culiacán, Sin.- La de “El Macaco” no fue una fuga a la libertad: fue un escape a la muerte, un encuentro con su destino…Cuarenta y un días después Jesús Carlos Salmón Higuera vuelve al complejo de seguridad de donde escapó. No a la penitenciaría de la que se evadió el 22 de julio, con la complicidad de custodios, sino al Servicio Médico Forense, ahí juntito, cerquita de donde se rió de la justicia.Un sol recién parido ilumina con sus rayos tiernos el día de su muerte.”El Macaco” regresa a la zona de su escape, ahí cerquitas del penal.Jesús Carlos ya no es el temible delincuente que emboscó a la policía en Tetamboca, El Fuerte, en 2012. Ahora es un cuerpo trasladado como fardo en un vehículo funerario.La prisa de sus 30 años por cumplir la sentencia del que “quien a hierro mata…” ya terminó.La de “El Macaco” fue similar a las de sus muertes. Acribillado junto con dos personas más en el Campo 6, en la sindicatura de Estación Naranjo, de Sinaloa municipio, la madrugada de este domingo.Las fauces del Semefo se abren para recibir su cuerpo en un ámbito de muerte, de soledad y frío.Una docena de policías resguarda su ferocidad domesticada por la muerte, en un Semefo de vida marchita.La de “El Macaco” no fue un escape a la libertad, fue una huida a una muerte embrionaria que se gestó y desarrolló en 41 días, y más que un escape, fue un encuentro con su destino en el cumplimiento de la sentencia popular del que “el que a hierro mata, a hierro muere”…LM
‘El Macaco’: fuga a la muerte, encuentro con su destino
El reo evadido del penal de Aguaruto cumplió la sentencia del que "el que a hierro mata..."
Fuente: Internet