Estado de México.-Se realizaban los funerales de Camila, la niña que fue violada y asesinada la noche del 31 de diciembre en el fraccionamiento Poder Popular y fue en ese lugar que fue visto por los mismos vecinos de la familia de la menor a quien señalan de haber cometido tal crimen.
Cuando se corrió el rumor de que el sujeto estaba en las inmediaciones, los asistentes salieron a buscarlo a todas las casas de la zona.
La noche del 31 de diciembre, aproximadamente a las 20:00 horas, la niña pidió permiso para salir a quemar cuetes y pidió un encendedor, posterior a eso no regresó a su casa por lo que iniciaron su búsqueda y al no localizarla con sus familiares, pasadas seis horas decidieron entrar a un cuarto de madera frente a su casa; fue ahí que la descubrieron bajo una lona de plástico, sin vida sobre un colchón y con huellas de violación.
Cuando se realizaba el cortejo fúnebre los asistentes reportaron haber visto al “Chaparro”, el sujeto a quien acusaron de cometer el asesinato de la niña.
Tras percatarse de la presencia del presunto agresor, los vecinos revisaron casa por casa suspendiendo el funeral y clamando justicia.
El sujeto quien había trabajado de vigilante en el fraccionamiento fue despedido por “mirar a las niñas” de una manera lasciva, indicaron los vecinos. Ya es buscado también por las autoridades.
La casa de madera donde fue encontrado el cuerpo fue asegurada por la Fiscalía del Estado de México. Los resultados de la necropsia aún están a la espera.