Culiacán, Sin.- Esta mañana Don Lupe, como le conocían todos sus vecinos, se levantó como de costumbre a buscar en la calle cualquier objeto que se le hiciera importante sin ni siquiera imaginar que la muerte lo estaba esperando en un callejón oscuro.
Con aproximadamente 50 años a cuestas, Don Lupe salió está fría mañana para hacer lo que le gustaba, juntar piedritas y objetos que se encontraba en la calle que agregaba a su colección día a día.
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Salió de su vivienda, camino algunos metros video vuelta en un callejón oscuro, la avenida Manuel Ávila Camacho, donde el frío metal del cañón de una pistola ya lo apuntaba y repetidamente el arma escupió el plomo acompañado de pólvora y fuego para iluminar la oscuridad de aquel lugar.
Luego bajo el amparo del manto negro de la madrugada el asesino huyó. El cuerpo sin vida de Don Lupe quedó tirado en medio de la avenida de terracería. Su cuerpo yace inmóvil a unos metros de la calle Mina Santa Cruz de Alayá. Su vida se ha escapado y con ella se fue el secreto de quién fue el responsable.
Al amanecer la familia encuentra el cadáver de su ser querido. No lo pueden creer y los vecinos señalan que Don Lupe no se metía con nadie. problemas en su cabeza y era un niño inocente. El coraje y la impotencia se refleja en el gesto del rostro y las lágrimas de sus vecinos, mientras el cadáver es custodiado por cuatro veladoras alumbran su camino hacia el más allá.
“Las cosas están feas aquí” señala otra mujer que acaba de llegar a la escena del crimen.
“Anoche se mataron dos jóvenes que vivían aquí en la esquina” y señala con el dedo índice al otro extremo de la calle. “Ellos se mataron en un accidente por La Costerita frente a La Primavera. Dios mío qué está pasando, porque la muerte es nos anda rondando aquí” exclama mientras se lleva las manos a su rostro en señal de asombro.
