La asociación civil “Mexicanos Primero, Visión 2030”, surgió el 27 de septiembre de 2005 con el claro propósito de influir, intervenir y participar en la toma de decisiones en torno a la educación pública en nuestro país.
Al año siguiente, el gobierno de Felipe Calderón otorgó al organismo toda clase de facilidades. Posteriormente, en el gobierno de Enrique Peña Nieto (EPN), uno de los documentos iniciales de “Mexicanos primero” (“Ahora es cuando. Metas 2012-2024”) fue la punta de lanza para la formulación de la “Reforma Educativa” peñista que, después, ya en el gobierno de AMLO, sería seriamente cuestionada.
Con esa asociación, los “hombres de negocios” más ricos del país crearon su propia “agenda educativa” que era consistente con la reforma de EPN y aliados, justamente criticada por su carácter laboral-administrativo, fundamentalmente, que ocasionó cantidad de problemas en el sector.
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Desde un principio, “Mexicanos primero” tuvo apoyos políticos en los gobiernos prianistas y se hizo de presencia mediática, gracias a esos lazos y a la promoción de connotados miembros de la oligarquía financiera mexicana.
LA ASOCIACIÓN DECLARATIVA
A simple vista, los “principios” que enarbola la asociación (retóricamente) son recuperables: “Sólo la Educación de calidad cambia a México; la verdadera independencia está en la educación de calidad; el derecho de los niños es primero; que no falte ningún alumno en la escuela; los maestros son la clave para avanzar; lo que no se evalúa no se puede mejorar y lo que no se transparenta no se puede cambiar… la escuela debe ser un proyecto de la comunidad…”
Pero detrás de la fraseología de la asociación (en buena parte tomada del discurso magisterial tradicional) están las verdaderas intenciones de los grandes ricos de México: controlar los procesos educativos en correspondencia a sus intereses y “valores”.
CON EL APOYO EMPRESARIAL
La tal asociación, vinculada con el peñismo y potentados financieros, pronto buscó la manera de escalar a los puestos de dirección en el sector educativo.
Así fue que Juan Alfonso Mejía López, ex director del capítulo Sinaloa de “Mexicanos primero” (ascendiendo a director general adjunto y después a director general) gracias a sus relaciones con el sector empresarial y con el entonces gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, fue nombrado secretario de Educación Pública y Cultura, sustituyendo a José Enrique Villa Rivera, quien estuvo en el cargo un año y nueve meses.
Escribí entonces que “los cambios en la Sepyc se parecen mucho a un despropósito”, lo que después quedaría en evidencia.
El exsecretario Mejía tiene una licenciatura en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y en su currículum publicado aparece con un Doctorado en Ciencia Política y una Maestría en Instituciones y Políticas Públicas, pero en el Registro Nacional de Profesiones de la SEP solo aparece con dos licenciaturas (Derecho y Relaciones Internacionales).
También fue candidato al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) pero no pudo conservar la candidatura, ni subir a titular, al no presentar productos suficientes.
QUE A VER SI AHORA
También fue Secretario General del Ayuntamiento de Mazatlán, cuando lo presidió el panista Alejandro Higuera, y fue señalado por irresponsabilidad en el cumplimiento de sus funciones, al tiempo que lo mismo le sucedía en la UAS.
Además, trató de ser dirigente del PAN en Sinaloa y diputado local por ese partido, lo que no consiguió.
Mejía fue un fervoroso defensor de la Reforma Educativa del peñismo y, como titular de la SEPyC, trató de conciliar el ideario de “Mexicanos primero” con su responsabilidad en la conducción de la educación pública de Sinaloa, pero su vocación derechista ganó.
AQUELLA CANTALETA
Como en esos trotes la oportunidad hace al discurso, Mejía, ahora candidato a diputado postulado por la alianza prianista, desde el escritorio que le dio Quirino declaraba:
“Ningún programa educativo desaparecerá en Sinaloa y se fortalecerán los que se tienen”; anunció cinco “ejes fundamentales”: “medición del Desarrollo Infantil mediante la Cédula de Desarrollo Infantil; adecuaciones curriculares en el nivel pre escolar; formación de agentes promotores del desarrollo infantil; articulación Intersectorial y campaña de sensibilización hacia los padres de familia”.
Aparte de la verborrea declarativa, valores entendidos y lugares comunes, de resultados en su gestión: prácticamente nada.
Ahora Mejía quiere ser diputado y compite contra una candidata, Graciela Domínguez (Por Morena) que sí sabe de educación y de trabajo.
EN EL TINTERO
-El presidente de Ecuador (para lamento de sus connacionales) Daniel Noboa, responde con simplezas y veleidades a un asunto que es serio. Ya se verán las consecuencias. ([email protected]).
