Si las tendencias electorales no varían significativamente en los próximos meses, tendremos a dos mujeres compitiendo por la presidencia de la República en el 2024. La 4T -la izquierda- podrá ser representada por Claudia Sheinbaum, y en el Bloque Opositor -la derecha- por Xóchitl Gálvez.
Claudia Sheinbaum es hasta el día de hoy la aspirante más fuerte a ser la candidata de Morena a la presidencia de la República. Desde hace un año, siempre ha estado, en promedio, 10 puntos arriba de su más cercano competidor y esto se sigue manteniendo.
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Si gana la candidatura por Morena son muy amplias las posibilidades de triunfo sobre la oposición. Solo una debacle de proporciones históricas podrá hacer que las cosas no sucedieran de esta manera.
En el bloque opositor conformado por el PRI, PAN y el disminuido PRD, la aspirante que sobresale, por el apoyo de los hombres de dinero es Xóchitl Gálvez.
La aspirante en Morena con más trayectoria de izquierda es Claudia Sheinbaum. Sus otros competidores nacieron en el PRI. Claudia proviene de la corriente política cuya prioridad es la preocupación por la desigualdad social. Parece ser que es la que con mayor facilidad y confianza puede darle continuidad al proyecto que enarbola Andrés Manuel López Obrador.
Claudia ha sido titular de una secretaría en el gobierno de la ciudad, delegada en Tlalpan y hasta hace poco jefa de Gobierno de la CDMX. Toda su carrera política la ha hecho cerca de López Obrador. Un cuadro gestado en el obradorismo.
Forman parte del grupo de mujeres leales al presidente, ellas son: Rocío Nahle (Secretaría de Energía), Raquel Buenrostro (SAT, aduanas, y Secretaría de Economía), Ariadna Montiel (Secretaría del Bienestar), Rosa Icela Rodríguez (Seguridad Pública) y Leticia Ramírez (Educación).
En Estados Unidos (EUA) faltó poco para tener a una mujer como presidenta en la figura de Hillary Clinton, pero al final no fue posible. Si México logra el tener una mujer como presidenta, la imagen de renovación de la 4T aumenta. Algo que no se ha logrado en EUA, se lograría en México.
Se ha dicho que las circunstancias obligaron al presidente Lázaro Cárdenas a no nombrar a su favorito, al general Francisco Mújica, secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, un hombre de convicciones muy cercanas a las de Cárdenas. Al final el nombramiento recayó en Manuel Ávila Camacho, secretario de la Defensa, un militar moderado, con el cual se tendrían menos presiones en el contexto del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Este es un claro ejemplo de que no siempre el mejor y el favorito es el elegido.
Esperemos que las circunstancias no cambien, y que el mejor sea el elegido. Hasta hoy todo parece indicar que el triunfo de Morena con Claudia está asegurado. El proyecto de la 4T tendrá continuidad. Pero no solo con Claudia está asegurado el triunfo, también lo está con cualquiera de los otros aspirantes que están en la contienda.
Ya queda poco tiempo para que tan importante decisión se tome en Morena, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard son los punteros. Por el Frente Opositor es Xóchitl Gálvez.