Pericos de Puebla y Algodoneros del Unión Laguna protagonizarán la llamada “Serie del Rey”, que no es otra cosa que la final absoluta de la Liga Mexicana de Beisbol, sin ser dos equipos que estuvieran -al arranque de la campaña- en el radar de grandes favoritos a esa contienda titular.
Uno (Puebla) sacó del camino a los Leones de Yucatán que buscaban dobletear; el otro (Laguna) llega con bombo y platillo después de 73 años a una batalla de campeonato, sedientos precisamente por sumar su tercer trofeo y con los ánimos más altos que aquellos que creen en los políticos en campaña.
Lo que hace diferente a esta serie inédita, es que en esta guerra habrá casi más extranjeros y pochos que mexicanos. Pero eso qué importa a las aficiones de ambos clubes, si el título, con o sin aztecas en el campo, tiene más valor que los “valores perdidos” del circuito que pregonaba trabajar en pro de la producción del talento local, algo que se perdió desde hace buen rato y que obviamente de eso no tienen nada de culpa pochos y nacionalizados.
Las dos series finales de zona no llegaron al máximo. Puebla domó a los Leones en cinco partidos mientras que Torreón se vio obligado a regresar a Laredo (Texas) y humillar a los Tecolotes en su propia casa. Ellos eran los favoritos para ganar el banderín del Norte, porque fueron líderes al arranque de campaña y después de un bajón volvieron a recuperar ese lugar.
Pero el beisbol sigue siendo tan impredecible que los números no juegan a la hora de avanzar etapas. Pregúntenle a los Diablos Rojos, que también dominaron el Sur y no pasaron de la semifinal del Sur.
Puebla también llega a esta instancia con el beneficio del sistema en el que el mejor perdedor, o suertudo, como quiera llamarle, no muere aun perdiendo sus siete juegos eliminatorios.
Sergio Omar Gastélum está al frente de los poblanos y el famoso “Güero” acredita a su importante currículum otra final en la que espera, ahora sí, dar ese golpe de autoridad que se le ha negado tanto en verano como en invierno pese al gran papel que, las escuadras que le ha tocado dirigir, suelen realizar un envidiable papel en calendario regular.
En caso de coronarse, Gastélum será otro de esos casos que levantan la Copa en calidad de timonel sustituto. Recordar que en Mayo pasado, apenas transcurridos los primeros 15 juegos, escuchó y aceptó la oferta de los directivos que le perdieron la paciencia a Héctor Hurtado. Y un año antes, el mismo Sergio Omar pasó las de caín con los Diablos Rojos del México. El karma, pues.
Sergio Omar dirigió en el 2022 a los Venados de Mazatlán y cuando arranque la temporada del Pacífico el próximo mes estará sentado en un sillón viendo algunos partidos…. Y no por mucho tiempo, estoy seguro. Gane o pierda la final, estará como la primera alternativa de un club para llegar como sustituto.
Ya casi lo huelo.