Estados Unidos. Maxwell Sterling Jensen y Zachary Golden Jensen, acusados de participar en la venta de combustible robado de México, se presentaron ante la Corte del Distrito Sur de Texas y rechazaron los cargos en su contra al declararse no culpables. El proceso judicial que enfrentan incluye señalamientos por lavado de dinero y tráfico ilícito de bienes hacia territorio estadounidense.
Ambos acusados tienen programadas nuevas comparecencias: Maxwell el 28 de mayo y Zachary el 3 de junio, fechas clave que anteceden el juicio formal. Mientras tanto, Maxwell permanecerá bajo custodia, en tanto que su hermano podrá seguir el proceso en libertad condicional, tras el pago de una fianza de 100 mil dólares y una garantía adicional por 10 mil dólares.
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La investigación, impulsada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI), también involucra a los padres de los acusados, James Yael y Kelly Anne Jensen, quienes fueron arrestados junto con sus hijos en Texas. La familia Jensen está vinculada a una red que habría traficado hidrocarburos sustraídos de manera ilegal por grupos criminales mexicanos.
Según los informes, el combustible cruzaba el Golfo de México en barcas hasta ingresar a puertos estadounidenses. Una vez en tierra firme, se declaraba falsamente como residuos de aceites lubricantes o productos derivados del petróleo, con el objetivo de encubrir su origen ilícito.
Las autoridades estadounidenses continúan con las investigaciones para esclarecer el alcance total de las operaciones de contrabando en las que presuntamente participó la familia Jensen.
