Amargo sabor de boca nos dejó la Secretaría de Salud federal el pasado viernes al informar que Sinaloa, en vez de mejorar, va retrocediendo en el combate al coronavirus, pues regresaremos, por lo menos durante dos semanas, al color naranja del semáforo epidemiológico del COVID-19, es decir, al que representa un “riesgo alto” de contagio.
Solo 14 días nos duró el gusto de estar en color amarillo, o el de “riesgo moderado”, porque ya dimos un paso para atrás, y muchos dirán que esto era totalmente previsible debido a que se notó una movilidad social muy alta, como si no estuviéramos en medio de una pandemia, y se relajaron las medidas de prevención. En pocas palabras, bajamos la guardia, tanto ciudadanos como autoridades, y he ahí el resultado.
No fuimos los únicos, aunque eso, claro, no es ningún consuelo. Chihuahua, Coahuila, Durango, Aguascalientes, Querétaro y Oaxaca, al igual que Sinaloa, ya estaban en amarillo y volverán al naranja. Y aunque, siendo realistas, este “paso para atrás” no va a cambiar demasiado en términos prácticos la manera en cómo están operando los negocios y comercios, sí debería servirnos como un recordatorio de que no estamos haciendo las cosas bien.
No podemos seguir actuando como si nada pasara. Los contagios ahí siguen, registrándose y repuntando, y de seguir igual no dude usted que en dos semanas nos van a dar otro golpe de realidad y nos regresarán al rojo. Que esto no suceda depende de todos…
Dicen que si el río suena es porque agua lleva y esto aplica perfecto para la conformación de una “mega alianza opositora” contra Morena para el 2021, rumor que llevaba meses y meses sonando pero que ya quedó claro que es algo que con grandes posibilidades de concretarse y convertirse en realidad.
Este fin de semana, el dirigente del PAN en Sinaloa, Juan Carlos Estrada Vega, lo reconoció con todas sus letras: ya están teniendo pláticas con el PRI, PRD, Movimiento Ciudadano y PAS para analizar posibles alianzas parciales o llevar candidaturas comunes el próximo año. Estrada dijo que lo que tienen claro es que no sería una alianza total y quiso “suavizarle” al decir que no lo hacen para ir en contra de alguien en específico. Pero ni quién crea esa versión, pues es obvio que la intención es ganarle a los morenistas.
De la misma manera, el dirigente del tricolor, Jesús Valdés, sin dar muchos detalles, declaró que están abiertos a hacer alianzas en las elecciones del otro año, así que más claro ni el agua. Recordemos que en Baja California Sur también se habló ya de la posible construcción de una coalición opositora PAN-PRI-PRD, por lo que es evidente que hay luz verde de las dirigencias nacionales. Y en Sinaloa, no lo dude, se repetirá este escenario y muy pronto veremos nacer este bloque común que bien se podría llamar “todos en bola contra Morena”…
Hablando del 2021, el que descartó tener cualquier tipo de interés electoral –al menos por ahora- fue el secretario de Economía del gobierno estatal, Javier Lizárraga Mercado, pues ya diversos sectores mencionan que bien podría ser candidato a presidente municipal de Mazatlán, o incluso a diputado federal o local, bajo las siglas del PRI.
Pero Lizárraga aseguró que nada de eso, pues hizo un compromiso de 4 años 10 meses para servir en la administración de Quirino Ordaz Coppel y lo va a cumplir en su totalidad, enfocándose en su responsabilidad de velar por la economía de los sinaloenses, sobre todo ante la actual crisis que estamos viviendo. Eso sí, dicen que es de sabios “rectificar” y quizá Don Javier cambie de opinión en los próximos meses.
Por cierto, para la alcaldía de Mazatlán, entre los priistas suena muy fuerte también Fernando Pucheta, quien dicen nunca ha dejado de moverse desde que perdió la reelección en 2018, y el próximo año intentará recuperar “lo que le fue arrebatado”. Y con el objetivo de fortalecerse, nos comentan que Pucheta ya hasta ha buscado acercamientos con Héctor Melesio Cuén. ¿Será? No hay que despegar el ojo de la “Perla del Pacífico”…
El golpe de los recortes presupuestales que ha aplicado la Federación ya se empezarán a sentir de lleno en el Gobierno del Estado. De entrada, ante la baja en las participaciones, el gobernador Quirino Ordaz Coppel anunció este domingo la desaparición del Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación (Inapi) y del Instituto de Desarrollo Social (Isdesol).
Pero no solo eso. El mandatario advirtió que revisará a fondo el funcionamiento de todas las dependencias estatales para ajustar, fusionar y hasta eliminar algunas otras que ya no tienen razón de ser, esto con el propósito de generar todos los ahorros posibles.
Y según lo que comentó Ordaz Coppel, trae en la mira las secretarías de Educación y Economía, para hacer los siguientes cambios. Aún faltan conocer los pormenores de estos grandes ajustes pero era evidente que ante la disminución de los recursos, tenía que buscarse la manera de que rindiera más el dinero. Y esto, insistimos, es apenas el comienzo. Así se las gastan. O peor… Comentarios: [email protected]