Desde las piltrafas del finado Partido de la Revolución Democrática, hasta expresiones de ultraderecha “trumpista” buscan militantes para formar los nuevos partidos políticos del mapa electoral mexicano. Son cerca de 28 agrupaciones políticas nacionales que durante el 2025 tendrán la tarea de realizar asambleas constitutivas, recolección de firmas para convertirse en partidos nacionales, con plenos derechos para participar en la elección intermedia de 2027, postulando candidaturas acordes a sus “ideologías”.
Lejos de lo que muchos se imaginan, formar un nuevo partido político no es una cosa fácil. Se requieren bastante recursos, estructura, movilización, financiamiento privado. Las asambleas son en al menos 20 entidades del país. 260,000 firmas distribuidas en todo el territorio nacional, lo que obliga a una logística territorial importante, liderazgos que apoyen para la movilización el día de la asamblea constitutiva en donde el personal del INE está atento para apuntar las fallas. De las 28 agrupaciones que buscan un lugar en las boletas, le veo posibilidades a no más de tres.
Somos MX es la agrupación de la disidencia opositora, ahí están muchos de los hombres y mujeres que participaron en la campaña de Xóchitl Gálvez. Ex legisladores del PAN, PRI y PRD, antiguos líderes de partido, pero también intelectuales, académicos y agitadores sociales que ven agotado el camino por el PRI y el PAN. Son los remansos de la marea rosa, que avanza con fuerza para consolidarse como un partido que vendrá a competir en principio por los votos del “anti-morenismo”.
En poco tiempo, han realizado asambleas constitutivas exitosas en el Estado de México, Michoacán, Quintana Roo, Nayarit y Guerrero, pero no han podido levantar quorum en estados como Sinaloa, en particular en el municipio de Culiacán donde los esfuerzos locales fueron desastrosos y apenas lograron acreditar 175 ciudadanos de 300 esperados. Lo mismo les pasó en Campeche y Yucatán, en donde los liderazgos locales, encargados de la invitación y movilización de las asambleas, estuvieron muy por debajo de la expectativa.
Los “chuchos” de Jesús Zambrano se fueron por la libre, no entraron al juego de la “marea rosa”, los huérfanos del recién sepultado PRD buscan darle vida a “Ciudadanos Unidos”, que agrupa en su mayoría ex militantes del partido del sol azteca. Se ve muy difícil que puedan alcanzar el registro. De la misma forma el polémico ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz busca el registro de su partido “México Nuevo”, que muy probablemente no logre alcances nacionales, pero podría concretar registro local en Oaxaca.
El Partido Encuentro Social busca regresar a las boletas nacionales por tercera ocasión. El PES mantiene bases militantes en agrupaciones religiosas principalmente denominaciones cristianas y mantiene vigentes liderazgos y financiadores como Jorge Hank en Baja California, la legisladora chiapaneca Sasil de León y Daniel Andrade quien forma parte del Movimiento de Regeneración Nacional junto con Hugo Eric Flores quien lidera los esfuerzos por la recuperación del registro como partido político nacional.
Ya en el terreno de lo exótico, lo estrambótico y estrafalario está la búsqueda del registro del Partido Republicano Mexicano, una organización política que asume una postura claramente “bi-nacional”, para mejorar las relaciones con Estados Unidos y Donald Trump. También busca el registro “Viva México”, movimiento católico impulsado principalmente por el exactor de telenovelas Eduardo Verástegui que al grito de “Viva Cristo Rey” se declaran abiertamente antiabortistas, según sus cálculos de los 2.1 millones de seguidores que tiene en redes sociales saldrán las 256,030 firmas de apoyo. ¿Podrá milagrosamente convertir fans en militantes? No lo creo, pero luego le seguimos…
