Si algo quedó claro en la discusión en el Congreso de si se aumentaba o no el 3.5% al impuesto predial en el estado, es que al interior de Morena en Sinaloa no hay unión ni control y que no saben llegar a acuerdos entre ellos.
La propuesta de incremento se echó para atrás en 17 ayuntamientos –sólo en Mazatlán es incierto- pero lo que quedará para la posteridad es la revelación pública de que esta fracción está dividida en dos: un grupo dirigido por la coordinadora formal, Doña Graciela Domínguez Nava, que se oponía al incremento; y el otro, liderado por María Victoria Sánchez Peña, que estaba a favor. El encontronazo fue claro y contundente y los mismos morenos se echaron tierra y se atacaron desde tribuna, como si pertenecieran a partidos distintos.
Sin embargo, si lo analizamos más a profundidad, esto no es sino el reflejo de la fractura que hay entre los dos bandos que se disputan el control de Morena en Sinaloa: el del senador Rubén Rocha, Graciela Domínguez y compañía en una esquina, y en el otro lado del cuadrilátero Doña María Victoria acompañada de su hija, la diputada federal Merary Villegas. Es cuestión de días para que nos enteremos del siguiente round…
Por cierto, hablando de morenos… llamó la atención que este jueves, los senadores sinaloenses Rubén Rocha Moya e Imelda Castro Castro, votaron en contra de la disminución del IEPS a los combustibles, lo cual en caso de haber sido aprobado, hubiera significado la reducción en el precio de las gasolinas.
Lo anterior se dio durante la discusión de las reservas de la Ley de Ingresos, que se dio ayer en el Senado de la República. Lamentable la postura de los legisladores morenistas, porque justo una de las promesas de campaña de su líder, el presidente Andrés Manuel López Obrador, es que el precio de los combustibles iría para abajo, pero no se ve que estén haciendo esfuerzos para lograrlo.
Pero peor que esto, nos hacen ver, es que Don Rubén y Doña Imelda no tengan un poquito de “independencia” y voten de acuerdo a su criterio, pues al parecer lo único que están haciendo en la Cámara Alta es “alinearse” a lo que les dicten los líderes de la bancada…
Hay crisis en varias partes de Sinaloa porque ya se cumplió el límite legal para el pago de los aguinaldos y no hay dinero para pagarles esta prestación a los trabajadores, al menos no en ayuntamientos como Culiacán, Angostura, ni en la Universidad Autónoma de Sinaloa ni en diversas dependencias municipales y estatales como en los hospitales.
Hasta el cierre de esta columna, varios alcaldes seguían sudando la gota gorda esperando alguna respuesta de parte de la Federación o del estado para que llegue la “salvación financiera”. Tan sólo en la capital del estado, Don Jesús Estrada Ferreiro necesita alrededor de 400 millones de pesos para pagar el aguinaldo a los trabajadores y no queda claro en qué momento le podrán dar una solución.
En situación similar está Aglaee Montoya en Angostura, o Aurelia Leal en Guasave, que sólo completó para pagarle a policías y jubilados, pero le faltan los sindicalizados. Sumamente preocupante la situación, y si esto sigue así los próximos días, es previsible que haya paros y protestas en las comunas. Cierto que los quebrantos financieros no se les pueden achacar a los alcaldes que llevan dos meses en funciones, pero en ese tiempo debieron haber previsto que si no hacían algo, la bomba les estallaría a finales de año.
Formaditos en línea puso el alcalde de Ahome, Manuel Guillermo Chapman, a sus funcionarios para solicitarles que le dieran un “mini informe” de labores al cumplirse los primeros 50 días de gobierno. Uno a uno fueron pasando para hablar de lo que han hecho y mientras algunos en 3 minutos se desocuparon, otros se llevaron alrededor de 10 o más con la única intención de quedar bien con su jefe político.
Al parecer, algunos sí lo convencieron, pero otros simplemente pasaron de panzazo esta curiosa prueba, en la que los funcionarios parecían tal cual niños de kínder siendo evaluados por el maestro regañón. La escena hizo que más de alguno de los invitados levantara la ceja, entre ellos el secretario de Turismo del estado, Óscar Pérez barros.
Por cierto, nos comentan que el que más llamó la atención fue el director de Inspección y Normatividad, Marco Contreras, quién no se sabe si le ganaron los nervios, andaba mormado o de plano no se le había bajado la fiesta de un día antes, pues simplemente no articulaba palabras, hablaba arrastrado y con muchas pausas, lo que hizo que los presentes pararan oreja esperando que el munícipe le llamara la atención, cosa que no hizo, pero quedó la duda sobre qué fue lo que le pasó a este funcionario… Así se las gastan. O peor…Comentarios: [email protected]
