Unos cinco meses antes de arrancar la temporada de 1977-78 los Tomateros de Culiacán hicieron el anuncio de lo que, en ese año, se consideró la contratación bomba; firmaron al bigleaguer Frank Robinson que había cincelado extraordinarios números en su paso por las Grandes Ligas que terminó abriéndole las puertas al Salón de la Fama en Cooperstown junto con Hank Aaron, Happy Chandler y Travis Jackson en 1982.
Robinson llegó a los Guindas con doble función; la de manager-jugador. Juan Manuel Ley le apostó mucho a la figura que representaba para la pelota profesional este hombre, buscando asestar un golpe mediático y romper con siete años consecutivos sin alcanzar un título.
Pero Frank no arrojó los resultados que de él se esperaban, ni como timonel ni como bateador. Sus batazos fueron muy esporádicos, a cuenta gotas y sin la fuerza que lo caracterizó como uno de los grandes aporreadores en las Mayores.
Los Tomateros batallaron mucho para alcanzar triunfos en su zona (Sur) que peleaban con Navojoa, Los Mochis, Guasave y Mazatlán. El equipo entró en una crisis tremenda casi sobre el final de la mitad del calendario, lo que obligó a Juan Manuel y compañía a buscar de inmediato un sustituto si querían llegar a la postemporada.
En la banca había muchos candidatos, pero nadie llenaba el ojo del directivo. Entre el voto de confianza y la esperanza de que la suerte le cambiara al equipo, de pronto se tomó la decisión y le dieron las gracias a este personaje de la pelota.
Un día después de despedir a quien cuatro años más tarde se convertiría en inmortal de la pelota, los Mayos de Navojoa, que no soltaban el primer lugar del grupo, de manera inexplicable cesaron a su timonel Raúl Cano. Juan Manuel lo buscó casi ipso facto y el sonorense aceptó la invitación.
Cano llegó y como por arte de magia levantó a los Tomateros al grado de desbancar del primer lugar a la tribu. Culiacán terminó en la cima con record de 42 victorias y 31 derrotas, y no paró hasta conquistar el campeonato (su tercero en la historia) con aquel famoso cuadrangular de Jesús Sommers ante los Cañeros de Los Mochis y su estelar Kevin Bruce Stanfield en enero del 78.
Antes habían eliminado en seis juegos a Mazatlán y a los Yaquis de Ciudad Obregón en siete trepidantes partidos. Lo que sucedió ese año en la serie del caribe en el puerto fue otra cosa.
Carrera. Frank Robinson murió este jueves 7 de febrero a la edad de 83 años. Dejó un gran legado en el mejor beisbol del mundo, donde se convirtió en el primer manager de color en dirigir a un equipo (Indios de Cleveland) dos años antes de que Juan Manuel lo trajera a la Mexicana del Pacífico.
Frank dirigió posteriormente a San Francisco, Baltimore y Montreal antes y después de que estos últimos se mudaran a Washington en el 2005.
Con el madero ayudó a los Orioles de Baltimore a ganar su primera Serie Mundial en 1966, en cuya temporada se llevó la triple corona de bateo, bandera que Culiacán intentó explotar con su contratación once años más tarde. Conectó un total de 586 cuadrangulares en 12 extraordinarias temporadas.