Culiacán, Sinaloa, 12 de octubre, 2024. Prácticamente todos los planes que ha elaborado el gobierno mexicano para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, coinciden en que los principales problemas tecnológicos, en general, son:
-Falta de capacidad de las pequeñas y medianas empresas para detectar sus requerimientos tecnológicos y evaluar proyectos, y baja capacidad económica para acudir a las empresas de consultoría e ingeniería y a los centros de investigación y desarrollo.
-Carencia de mecanismos de normalización, estandarización y control de calidad.
-Débil difusión interna de las innovaciones.
-Mercados internos cautivos poco propicios para promover la innovación tecnológica.
-Desvinculación entre los sectores productivos y los centros de investigación y falta de capacidad en el eslabón intermedio de las firmas de consultoría e ingeniería.
-Escasez de recursos humanos de alto nivel en el sector productivo y poca actividad de investigación en su interior.
MENTALIDAD DE CORTO PLAZO
-Marcada preocupación por los problemas tecnológicos de corto plazo.
-Bajo nivel de modernidad tecnológica en la mayor parte de las ramas industriales del país.
-Falta de comprensión cabal del sector industrial sobre el factor de riesgo que involucra todo proceso de innovación tecnológica y un desconocimiento de parte de los investigadores sobre los requerimientos y limitantes de los industriales.
Este conjunto de problemas ha sido reiterado en los programas pero, evidentemente, permanecen. Ello hace suponer que los resultados probables de las estrategias en materia de C y T no dependen exclusivamente del SINCYT, ni de la comunidad científica académica involucrada, sino que hay elementos de mayor peso (por ejemplo los requerimientos puntuales del sector productivo que operan como condicionantes y tienden a determinar tales resultados).
COMO ANTES, TIEMPO DE CORREGIR
Para salir al paso de esa situación, se afirma que la ciencia y la tecnología orientadas a la solución de los grandes problemas nacionales y a la atención de sus prioridades, constituyen un factor determinante.
Por otra parte, la investigación científica y tecnológica, como orientadora del desarrollo probable, debía también tener un carácter previsor, señalando y evaluando formas más provechosas de planeación y uso de los recursos naturales.
Un sistema de ciencia y tecnología mejor diseñado contribuiría también a disminuir los riesgos de la imitación de patrones de consumo y producción de otras sociedades; reduciría “la vulnerabilidad del país” y permitiría encontrar “las rutas más convenientes para alcanzar estadios mejores de bienestar social” (PRONDETYC: 1985).
Particularmente, en cuanto al desarrollo tecnológico, se admite la dependencia y se señala que su manifestación más clara “es la debilidad del sector productivo de bienes de capital”.
Esa problemática permanece, se debe enfrentar y corregir.
EN EL TINTERO
-Otro exagente de la DEA (los exagentes siempre conservan sus contactos) Joseph Bongiovanni, fue declarado culpable de proteger a narcotraficantes y de corrupción. Nada nuevo.
-Lo que han venido haciendo ocho ministros de lo que hemos llamado “suprema corta” es un claro intento de erigirse como el poder supremo del país, no hay vuelta de hoja. Violan la Constitución a diario y, por tanto, delinquen. Se les debe aplicar la ley, esa que no han respetado.
-¿Quién en sus cinco sentidos puede negar la extrema corrupción que priva en el poder judicial? ¿Quién que haya pasado por esas cuevas, en calidad de procesado o demandante, puede decir que privó la justicia y el respeto sus derechos?
–La Reforma Judicial no es la Panacea, en efecto, pero la búsqueda de opciones, de alternativas a la corrupción, era y es obligada.
-A Colón se le atravesó una isla de lo hoy se conoce como América y “descubrió” un “nuevo mundo” (para aquellos invasores) dando inicio a la barbarie y rapiña de la “conquista”. Buena suerte de aquellos españoles en sus bergantines, pues de otro modo en el fondo del mar habrían terminado. Fueron salvados por los habitantes originarios.
-En todo el país se agudiza el descrédito de los medios periodísticos. La noticia es mercancía, el escándalo es rating y el morbo y la mentira venden. Vienen tiempos de revisión y autocrítica. Es tiempo de entenderlo. [email protected].