La Navidad es una de las épocas más hermosas del año. Es el momento en que las luces iluminan nuestras calles, los árboles decoran nuestros hogares y la figura de Santa Claus despierta ilusión en grandes y pequeños.
Sin embargo, este año en nuestra ciudad, el miedo, la incertidumbre y la violencia nos obligan a reflexionar: ¿nos han robado la Navidad?
Tradicionalmente, la Navidad es sinónimo de magia, fe y esperanza, reflejada en casas adornadas y calles resplandecientes. Pero este año, nuestra ciudad ha estado viviendo bajo un auto toque de queda. Desde hace tres meses, al caer la noche, mujeres, hombres, niñas y niños se apresuran a llegar a casa, dejando las calles desoladas.
¿Qué sucede, entonces, con esos adornos navideños que solían anunciar la llegada de la Navidad? Las luces, que antes simbolizaban sueños y deseos de paz, parecen este año ser un eco distante de una esperanza que todos anhelamos recuperar.
Desde lo más profundo de nuestros corazones, los sinaloenses tenemos sólo un deseo para esta Navidad: que nos devuelvan la paz. Queremos que las autoridades de los tres niveles de gobierno trabajen en unidad para garantizarnos seguridad y podamos reconstruirnos como sociedad después de estos meses difíciles, marcados por la inseguridad y el miedo.
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Nuestro anhelo más grande es volver a caminar con tranquilidad por nuestra ciudad, admirar las luces navideñas y renovar en ellas nuestra esperanza de un mejor 2025.
Después de estos tiempos tan duros, debemos preguntarnos: ¿seremos capaces de recuperar la confianza en los demás? ¿Podremos creer de nuevo que somos más los buenos? Aunque el camino será complicado, sabemos que no es imposible.
Los sinaloenses somos personas alegres, trabajadoras y solidarias. Nos caracteriza nuestra empatía y disposición para ayudar al prójimo. Que esta Navidad sea un recordatorio de la importancia de regalar sonrisas, confianza y apoyo, ya sea en el supermercado, en el parque o simplemente a la persona que está a nuestro lado.
Que la fe nos impulse a creer que este capítulo de violencia pronto será superado, y que podremos construir un futuro de paz y tranquilidad para todas las familias sinaloenses.
Deseo que esta Navidad nos permita valorar el tiempo en familia, celebrar la unión y renovar nuestra esperanza.
¡Que haya paz en sus hogares y en sus corazones!
¡Feliz Navidad!