El “Canelo” Álvarez derrotó por amplia decisión a Jaime Munguía en un combate de un solo lado, demostrando la superioridad que suele suceder cuando arriba del cuadrilátero se enfrentan un pugilista experimentado (Saúl) y un novato (el tijuanense), con todo y el récord inmaculado de este último.
No se necesitaba ser adivino para pronosticar que la victoria giraba más alrededor del todavía campeón indiscutible de los pesos super medios. Hicimos hincapié, en una de nuestras últimas entregas, que la novatez de Jaime inclinaba más la balanza a favor del tapatío, como terminó sucediendo.
Álvarez ganó, pero al mismo tiempo dejó al desnudo algunas limitaciones que le impidieron haberlo hecho por la vía del cloroformo. Es cierto que Munguía aguanta y pega, pero los potentes golpes de Saúl solo consiguieron derribarlo en una ocasión, más no así aniquilarlo.
Desde el momento en que se pactó el combate, el mismo se consideró como el de una derrota anunciada para el boxeador de la empresa Zanfer. Pese a su foja impresionante, el tijuanense no estaba todavía para formar parte de la élite a la que pertenece el “Canelo”, que, dicho sea de paso, en mi humilde opinión este triunfo no le abonada nada en lo absoluto.
Saúl tiene que enfrentarse a otro tipo de boxeadores de mayor calibre, Mientras tanto, la medalla que muchos le han colgado como el mejor boxeador en la historia de México y también del mundo, no es real, es de fantasía. Y si realmente quiere demostrarnos que tiene el reconocimiento que él pregona le han dado sus paisanos, tendrá que escuchar las demandas del público, que le exige ese duelo contra David Benavidez.
NOQUEADO. Y mientras Munguía era superado claramente por el Canelo en Las Vegas, unas horas después otro tijuanense probaba el trago amargo de una derrota que derrumbó sus sueños de convertirse no solo en campeón del mundo, sino en el monarca indiscutido de los pesos supergallos: Luis “Pantera” Nery.
Pero la tarea del “Pantera” era más complicada y harto difícil que la de su paisano Munguía. Luis viajó hasta el lejano oriente buscando un batacazo contra, en mi opinión, el mejor boxeador libra por libra del momento en el orbe, el japonés Inoya Inoue, quien noqueó al mexicano en seis asaltos.
Nery pasará a la historia, sin embargo, como el primero en colocar sobre la lona al “Monstruo”, cuando lo sorprendió con aquel gancho de izquierda a la mandíbula antes de que se cumplieran los primeros tres minutos de combate. Inoue le devolvió la afrenta un round después, para desconectarlo totalmente cuatro episodios más tarde.
