Del asunto nos hemos ocupado varias veces, pero vale la pena insistir ante la indiferencia colectiva: con la Internet, las “redes sociales”, sitios, plataformas y aplicaciones, han proliferado el anonimato, la cobardía, el exhibicionismo, la agresividad, la falsa identidad, el engaño y el delito.
Diversos estudios, serios y documentados, evidencian la realidad de que el nivel educativo y cultural, en todo el mundo donde operan las tales “redes”, ha bajado y sigue bajando; el tiempo libre se ha pervertido, la inseguridad ha aumentado y las conductas antisociales se disparan.
Esa es la realidad que los villamelones educativos, como los de “los negocios son primero”, marginan de sus rimbombantes propuestas (mismas que se cuelgan del sentido común e incluso de diagnósticos de la problemática señalados por sectores críticos), pero de plano ignoran las causas de fondo, que no resultan convenientes para sus patrocinadores.
Nativos digitales, sin duda
Hace unos meses, nuestro asiduo lector, el profesor Héctor Mendoza, con maestría en Ciencias de la Educación, nos refirió lo que en este espacio hemos comentado. En efecto, en su reciente libro, el neurocientífico Michel Desmurget, director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud de Francia, ha puesto en la agenda mundial un asunto que de común se rehúye: cómo los dispositivos digitales están afectando gravemente al desarrollo neuronal de niños y jóvenes.
Desmurget, que tituló su libro: “La fábrica de cretinos”, estudia el efecto de los dispositivos digitales en las nuevas generaciones, y con datos y referentes incontestables, da cuenta de lo que está pasando con el auge de esos aparatos que hoy por hoy absorben el tiempo, y el pensamiento, de nuestra niñez y juventud.
Y no hay excusa
“Simplemente no hay excusa para lo que les estamos haciendo a nuestros hijos y cómo estamos poniendo en peligro su futuro y desarrollo”, advirtió Desmurget, quien cuenta con amplio reconocimiento en su campo de estudio.
Y los “nativos digitales” son los niños que, por primera vez en la historia, tienen un coeficiente intelectual más bajo que sus padres. Eso es lo está pasando en países como Noruega, Dinamarca, Finlandia, Holanda y Francia (en otras partes, peor, como en México).
Ello, sin descargo de adultos que, ni modo, “se quedaron arriba”.
Para tapar el sol
Luego, medios y organizaciones financiadas por la oligarquía, se muestran “preocupados” por lo mismo que ha propiciado la lógica de la ganancia a ultranza: consumismo, liviandad, promoción del morbo, información falsa y desviaciones psicosociales.
Es necesario, en efecto, debatir a fondo, y eso sigue ausente (lo que hay son faramallas que no ven más allá de la superficie del problema).
Y viene a cuento esto de nuevo, porque la sociedad rehúye reconocer y enfrentar su propia responsabilidad en el estado de cosas.
En el tintero
– A quienes apabulló Trump, y les dio órdenes, fue a los grandes medios periodísticos de allá y de acá. Los mismos que trataron de rebajar al presidente Petro de Colombia y fueron ellos quienes se rebajaron a simples porristas.
– Los panistas y priistas de Sinaloa reciben instrucciones directas de sus comités centrales en la Ciudad de México, hay evidencia de ello. Van juntos en el objetivo que se han propuesto: derrocar a un gobernador morenista, lo que hasta ahora no han podido hacer ni parece que puedan.
– Su estrategia es alimentar la inconformidad popular y aprovecharla, abusando de la buena fe de muchos ciudadanos que justamente exigen paz, pero que son llevados al ataque al gobernador Rocha.
– Seguirá con sus venganzas, barbaridades y estupideces el delincuente Trump, mientras no se le ponga un alto. Y se puede poner desde Latinoamérica, aunque no lo crean los “opositores” que le besan el trasero al barbaján.
– Es inconcuso: Trump solo podrá sojuzgar a los cobardes, y si algún apoyo recibe surge de lo peor de nuestras naciones.
– Aunque no guste, sociedad, y familias en particular, tienen que asumir la parte de responsabilidad que les toca en el franco deterioro que se vive y que también alimenta la violencia y delincuencia.
– Los engorrosos controles de los bancos en México, sus investigaciones excesivas (cuando vas a retirar, porque si depositas dinero, ni la cara te ven) se deben a que el león (los banqueros) creen que todos son de su condición, rateros en potencia. ([email protected]).
