Primero que nada, Feliz Año nuevo a todos los seguidores de este espacio y de la plataforma de Línea Directa. Con el gusto de saludarlos y desearles lo mejor de este año nuevo, esperando se cumplan todos sus sueños, sobre todo, que sigan gozando de mucha salud.
Arrancó la postemporada en la Liga Mexicana del Pacífico, imponiéndose la “lógica” en una primera jornada en la que además de hacer valer su condición de local, los cuatro mejores clasificados tomaron el estandarte de la ventaja. Casi todos lo hicieron viniendo de atrás, con excepción de unos Cañeros a quienes estuvo a punto de “hacérsele bola el engrudo”.
Los Mochis se subió al camión del triunfo en la primera entrada con aquel grand slam de Isaac Rodríguez. Pero no contaban que el camión hacía paradas continuas y que en una de ellas bastó para que los Mayos le empataran 6-6. Tuvieron que batallar dos episodios extra para salvar ese juego que parecía fácil, y lo consiguieron gracias a un error del pitcher que buscó evitar el avance a tercera del enemigo, pero que sólo consiguió contribuir a las pretensiones de los verdes.
El súper favorito Naranjeros de Hermosillo, no fue la aplanadora que demostró ser durante todo el calendario regular. Los Venados de Mazatlán los metieron en un serio aprieto teniéndolos contra la pared durante 6 entradas, hasta que las plegarias de la afición sonorense encontraron respuesta y consiguieron el milagro con par de anotaciones en el séptimo capítulo para terminar ganando 2-1, lo que les permitió extender a 17 los juegos consecutivos ganando en casa.
Mazatlán llevó su penitencia en el bateo oportuno, que nunca llegó. Tuvieron para matar al rival desde más temprano, pero parecían estar jugando para ver quién dejaba más corredores en las bases. Conectaron 10 hits contra sólo 4 de los locales. A Hermosillo, por su potencial, no debes concederle esas ventajas porque se revierten. Así sucedió al final de cuentas.
Los Yaquis explotaron en la sexta entrada con un rally de 7 carreras suficientes para sentenciar el juego tras ir perdiendo 1-4 y terminaron doblegando a los Águilas por 9-4. Simple y sencillamente el pitcheo de relevo no carburó para los emplumados. Ese ha sido su talón de Aquiles en la campaña, mientras que la tribu ese departamento y el oportuno bateo los rescató, luego de que el refuerzo Manny Barreda claudicara tras un arranque prometedor en el que ponchó a los tres bateadores del episodio inaugural.
Y el “caballo negro” dio demasiada guerra. Los Sultanes de Monterrey perdieron 1-2 tras llevar el juego hasta la séptima con ventaja de 1-0 y provocar que en las gradas más de unos cientos se hayan quedado sin uñas. Los Algodoneros empataron la pizarra 1-1 en la octava y hubo necesidad de un episodio extra para definir este partido.
Así de cerrados, pero también de emocionantes resultaron los primeros encuentros, cuya tónica podría mantenerse en los siguientes desafíos porque existen las armas e ingredientes para cincelarlos como una primera etapa de playoff diferente.
REFUERZOS. Ninguno de ellos -que tuvieron acción- logró marcar diferencia. Pero queda un largo camino todavía como para demostrar su auténtica valía y callar bocas, porque más de alguno fue cuestionado por el papel que ahora asumen, como el caso de Manny Barreda, a quien Francisco Rodríguez –quiero creer que fue el mismo lanzador que jugó para los Yaquis- quien en redes sociales criticó su elección para la tribu.
Barreda no hizo mal trabajo. Mantuvo en un hilo a los emplumados pero, fiel a su estilo, llegó al quinto capítulo ya cerca de los 80 pitcheos. Digamos que su brazo se exprimió muy rápido a pesar de subir a la lomita con varias horas de descanso. En ese mismo juego Sebastián Elizalde pasó desapercibido.
Cristian Villanueva consiguió par de hits para los Venados, pero hasta allí. Fernando Villegas consiguió un imparable para los Cañeros, pero el hombre cometió un garrafal error en la primera entrada que abrió la puerta a la carrera de la quiniela para los Mayos.
Y en Guasave, Julián Ornelas contribuyó con par de hits al triunfo azul.