Hay gran efervescencia por las candidaturas de Morena a las diferentes posiciones electorales que se disputarán en Sinaloa este año.
Muchos de los personajes que aspiran realmente cuentan con peso específico, antecedentes, trayectoria y trabajo político, pero los hay también que no tendrían absolutamente nada qué hacer como candidatos.
Los hay también que sin ser militantes tienen comprobadas coincidencias con Morena, y otros que aparecen como viles oportunistas.
Contar con candidatos electoralmente rentables, y además identificados con sus bases, es el reto del partido.
Es posible que uno de los motivos que incita este gran interés es que se tiene la falsa percepción de que todo será muy fácil, que lograrán el triunfo solo por tener el respaldo de las siglas del partido.
Pero nada más alejado de la realidad. Morena necesita aspirantes fuertes para enfrentar el reto electoral que no será, como muchos erróneamente lo suponen, una especie de día de campo.
En contraparte la oposición considera que el hecho de que ahora el nombre de Andrés Manuel López Obrador no estará en las boletas les facilitará las cosas. No es tan sencillo. En realidad el mandatario tendrá un peso específico, para bien y para mal.
Si bien el triunfo de los morenistas en 2018 fue contundente, vale la pena analizar cómo se dio la votación para alcaldes en los municipios más importantes ese año.
En 2018 para la presidencia municipal en Ahome la diferencia entre Morena y el PRI, de partido a partido, sin contar a sus aliados, fue de 24 mil votos, algo así como 12 puntos porcentuales en relación a la votación total emitida.
En tanto en Guasave, desglosada la votación para cada partido, incluidos quienes iban en alianza con Morena y el PRI, la diferencia entre ambos fue de alrededor de 5 mil sufragios, aproximadamente cuatro puntos porcentales.
En Culiacán Jesús Estrada Ferreiro obtuvo 149 mil 423 votos exclusivamente de Morena, mientras que a Jesús Valdés el PRI le otorgó 119 mil 447. Fueron 30 mil sufragios de diferencia, casi 8 puntos porcentuales.
En Mazatlán Morena proporcionó 71 mil 738 votos a su candidato a la alcaldía, mientras que el PRI le dio 62 mil 571 al suyo. La diferencia fue de poco más de 9 mil votos, unos 4.69 puntos porcentuales.
Hay que establecer que Ahome, Guasave, Culiacán y Mazatlán concentran tres de cada cuatro votos que se emiten en Sinaloa.
También que, pese a las diferencias, el gobernador Quirino Ordaz Coppel nunca descuidó esos municipios, ni se confrontó de manera fuerte con los alcaldes. Mantuvo presencia y trabajo político permanente.
El que Morena escoja a buenos candidatos a todas las posiciones no es de poca relevancia. Es tan importante como perder o ganar.