Culiacán de los desfiguros, Sinaloa, 30 de noviembre 2020. No es, ni de lejos, caso aislado ni el peor (tomando en cuenta la gran población) pero no está demás considerar que en la Ciudad de México se han registrado más de 400 quejas por abuso policial, solo en el primer semestre de este año, y se calcula que la cifra será superior al finalizar diciembre.
Además, es un hecho que, tanto en la capital del país como en los estados, la mayoría de los afectados no presenta la queja, por miedo, conciencia de su plena inutilidad o lo que sea. En ese caso, las cosas no han cambiado en México.
De hecho, la violación de los derechos humanos se da en todo el país y sería cínico e irresponsable tratar de negarlo.
¿Y en Sinaloa? ¿En Culiacán? La misma historia, si no es que peor.
Por otra parte, es cierto que el problema de la impreparación policial, su falta de criterio y la propensión al abuso (con virtual impunidad) se da en todo el mundo.
CIUDAD DE LOCOS
Recibo mensaje de quien se firma como Alberto Sánchez, quien señala: “el caos, no solo vial, es la constante de esta ciudad de Culiacán. Pareciera que las autoridades carecen del mínimo sentido común”.
“Lejos, muy lejos, están de aquella noción de la ‘polis’ en el origen de la política. Ahora, los problemas de la ciudad son en primer lugar ajenos al señor presidente y demás políticos de muy caros sueldos”.
Y agrega: “no tienen ni siquiera cordura para discernir el momento más oportuno para tapar una calle. De ahí para todo lo demás”.
“Hace poco un distinguido visitante, pagado por el Ayuntamiento, expresó a lo corto que esta es una ciudad de locos y, aunque no nos guste, los hechos le dan la razón”.
Aclara Sánchez que ha retomado opiniones de quien esto escribe. No hay problema.
LOS ESTUDIANTES, AHORA
No hace mucho, al final de una conferencia, un estudiante preguntó por qué el sentido y la herencia del 68 estaban ausentes en la generación actual. Le respondí que esa cuestión era válida y se ligaba estrechamente a otra que los jóvenes de hoy tienen ante sí: ¿por qué están prácticamente echados, ajenos a las causas más profundas de la población y perdidos en la coyuntura inconsecuente?
En efecto, los últimos “movimientos” no han ido más allá del interés circunstancial de unos cuantos y su beneficio. A la presión que ejercen algunos grupos le siguen, casi invariablemente hasta ahora, salidas o arreglos cuyos términos no son procesados por el común de los estudiantes.
Tal situación resulta bastante atractiva para los gobiernos de todas partes. De ahí que su mantenimiento no sea en modo alguno coincidental o gratuito. El tema, por supuesto, da para más.
ABRAHAM GARCÍA IBARRA
“Si entras a ese periódico no vas a durar más de un mes. Te publicarán, pero muy pronto tú mismo, si no es que ellos antes, decidirán la salida” –Me dijo Abraham ese día, a mediados de agosto de 2009. Ya estaba programada la entrevista y al día siguiente iría. Quedamos de vernos.
Fui a aquel gran periódico y, nada más entrar, la recepción, los guardias, las preguntas, los cuadros y adornos… me quedó claro. Di las gracias y me retiré. Me encaminé al Club de Periodistas, subí las escaleras, doblé por el pasillo y al pararme en la puerta de su breve oficina, me miró con una gran sonrisa: “te lo dije”.
Al día siguiente entregué mi primera columna a la revista “Voces del Periodista”, que él confeccionaba, y donde sigo. “El único problema es que no tenemos para pagar”, aclaró, casi como de rutina.
Conocí a Abraham hace ya muchos años, a mediados de los setentas del siglo pasado, cuando todavía, eso creímos, se podía competir con los sueños y andar todo el día y la noche como si fuéramos los dueños del tiempo. La amistad y el aprecio estuvieron siempre ahí, sin la menor duda.
Murió hace casi dos meses, el pasado siete de octubre, pero esperé para escribir esto.
Abraham tenía 81 años y el ánimo de, por lo menos, la mitad.
Adiós, amigo.
EN EL TINTERO
-Pues ni modo, parece que funcionan menos peor los semáforos de esta ciudad (de por sí desincronizados y defectuosos) que el de Gatell.
-Las casetas de cobro en carreteras, en todas partes, deben ser eliminadas; representan la clara inutilidad de los impuestos que paga la ciudadanía. A ver si AMLO cumple.
-Desatada la muy cara publicidad del gobierno de Quirino en los medios antes defeños, de la capital del país. Que es para promover al estado, dice.
Síguenos en en twitter: @jgcano1; email: [email protected].