Culiacán del caos vial, los retenes, baches y topes…
Quien esto escribe, recibe en promedio dos o tres correos a la semana, cuatro, en contadas ocasiones, con relación a los temas abordados en la columna.
En cuanto a lectores, sin que medie comunicación directa, se puede decir que la cifra es aceptable.
Por otra parte, y de común, el contenido crítico de lo que se publica, no deriva en la interlocución con funcionarios ni dirigentes políticos. Si lo ven o leen, no lo sabemos.
En general, las críticas, como las aquí vertidas, no motivan la comunicación desde el poder público o privado.
Necesario aclararlo, pues hay lectores que piensan que la crítica independiente es influyente o que goza de algún trato especial. Eso, al menos en los más de 50 años que tiene este escribiente, de andar en estos caminos, simplemente no sucede.
Lo que casi siempre pasa es que, frente a las argumentaciones, se instale el silencio y no se perciban, si los hay, elementos que abonen la atención desde los ámbitos del poder.
Hay matices, ciertamente, pero no alteran lo medular.
FIGURACIONES
Con frecuencia se percibe en los remitentes y lectores en general, la idea de que los columnistas, todos, son personas influyentes e interlocutores naturales del poder.
Les he explicado que, sin descargo de casos particulares, se trata de supuestos erróneos.
Es cierto que, de vez en vez, recibimos comentarios elogiosos y expresiones de aceptación, pero sus causas se ubican más en la amistad y también en la diplomacia y circunstancia.
La observación crítica, en sí, no suele ser la razón.
Los lectores que están al margen del poder son otra cosa, desde luego.
LO TERRENAL
Los políticos, sobre todo los más notorios, los grandes ricos y los poderes tradicionales, se mueven de manera pragmática en la valoración de la crítica.
Es el poder instalado y su ejercicio, lo que configura su lógica.
Lo que decimos, entonces, se dimensiona con referentes un tanto ajenos al argumento, al razonamiento, al análisis y a la ponderación de ideas.
Esto se precisa a los amables lectores que han tocado el tema, sencillamente porque así son las cosas.
EXTREMOS
La descomposición social está llegando a extremos inadmisibles. Lo vemos en todas partes y en distintas expresiones.
Si la conflictiva se destaca en Culiacán, no es por el ánimo de particularizar en la excepción, que no lo es, sino porque aquí sobrevivimos.
Necesario reflexionar al respecto y buscar salidas, alternativas, en la corresponsabilidad del diálogo social. Ojalá se escuchara, pero lo dudo.
LA ONU QUE SE LE UNTA AL QUESO
Hace unos días, con el voto en contra de Estados Unidos e Israel (abstenciones de Brasil y Ucrania), la Asamblea General de la ONU aprobó, por enésima ocasión y por abrumadora mayoría, la resolución que ha venido proponiendo Cuba para poner fin al ilegal embargo estadounidense, vigente desde hace 60 años.
Fueron 185 votos a favor de que el embargo, injusto y abusivo en toda la extensión de la palabra, un bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba, que le ha ocasionado graves daños, se terminara.
Esa resolución, nunca atendida, data desde 1992, pero la tal ONU, que en realidad es un instrumento del llamado “mundo occidental”, bajo el mando de Estados Unidos, no ha logrado reparar la injusticia.
DIGNO PAPEL DE MÉXICO
Es de destacar que el embajador mexicano, Juan Ramón de la Fuente, fue claro y directo al condenar el bloqueo.
Después, el propio AMLO fue enfático: “Es una infamia lo que se ha venido haciendo en contra de Cuba con el bloqueo de parte de Estados Unidos. Es una medida retrógrada, medieval, inhumana”.
Y agregó: “No es posible que se aísle aún más a un país como Cuba o a cualquier otro país del mundo. Nadie tiene ese derecho a actuar como el gobierno mundial, los países somos independientes, libres y soberanos”. A Estados Unidos, le vale.
EN EL TINTERO
-Ayer, otro aniversario de la Revolución Mexicana (otro…)
-Imparable y a niveles de alto riesgo, el caos vial en Culiacán. Se pondrá peor, y la “autoridad”, ausente, en ese, como en muchos otros casos. ([email protected]).