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Las cosas como son

La senadora Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz fue, en el gobierno de Vicente Fox, directora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas...

Jorge Guillermo Cano
Jorge Guillermo Cano | Jorge Guillermo Cano

La senadora Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz fue, en el gobierno de Vicente Fox, directora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (2000-2006), después candidata al gobierno de Hidalgo (2010), y jefa delegacional en la Ciudad de México (delegación Hidalgo).

Caracterizada por un uso vulgar, soez, del lenguaje, a sus compañeros de gabinete los calificó como una bola de “pendejos y mamones”, y era común que se expresara en público con mentadas de madre y otras ofensas.

Durante toda su actividad política se ha caracterizado por usar un lenguaje, más que claridoso, como ella dice, plagado de ofensas a sus opositores.

¿Todo en familia?

Doña Xóchitl es hermana de Jacqueline Malinalli Gálvez Ruiz, quien en el 2012 fue identificada por la entonces Procuraduría General de la República (PGR) como una de las secuestradoras “reconocidas por su extrema crueldad con las víctimas, a las que (la banda de la que formaba parte) mutilaban, grababan en video o audiomensajes que eran enviados a sus familiares para obligarlos a pagar el monto de los rescates”.

La banda de la hermana de doña Xóchitl, que ya tenía años operando, encerraba a sus víctimas en jaulas de fierro y les infería tortura psicológica. Por otra parte, esa banda que según sus mismos integrantes jefaturaba Jacqueline Malinalli, ya había obtenido cuantiosas ganancias de sus secuestros.

Cuando Jacqueline Malinalli fue detenida, la hoy precandidata del llamado “frente opositor” a la presidencia de la República, se deslindó y dijo: “no hay justificación por las acciones de mi hermana, las cuales son inmorales. Solo queda que enfrente los cargos correspondientes” y agregó: “dejo en claro que no participé de ninguna manera en los hechos”.

Faltó claridad y contundencia

En aquella ocasión le preguntaron directamente a doña Xóchitl: “si entre hermanos todos nos conocemos, en su caso ¿Nada sabía de lo que su hermana hacía?” -A lo que simplemente respondió: “Yo no participé en eso”.

Hay constancia de que Jacqueline Malinalli y Xóchitl se reunían con cierta frecuencia, lo que hace creíble que la hoy candidata de algo estuviera enterada.

El asunto impactó a doña Xóchitl al grado de que en julio de 2012 anunció tajantemente que se retiraba en definitiva de la vida política, pero regresó poco tiempo después.

Durante su mandato como jefa delegacional fue señalada por haber favorecido con contratos millonarios a una empresa de su propiedad y también haberlos obtenido en los sexenios de Fox y Calderón.

Aspirante a la presidencia de México, no hace mucho declaraba que solo aspiraría a la jefatura de gobierno de la CDMX, pues no se sentía calificada.

Fue designada, de hecho, luego de un acuerdo entre el PRI y el PAN en Coahuila, que fue revelado por el propio dirigente panista Marko Cortés. No hubo participación ciudadana alguna.

Desde su destape como precandidata hasta ahora, el tono y las expresiones de doña Xóchitl, con algunos matices, prácticamente no han cambiado.

En el tintero

– Tiene toda la razón AMLO cuando dice que “hay una manía en el gobierno de Estados Unidos de entrometerse en la política interna de otros países, opinar, dar cartas de buena conducta, como si fuesen los jueces del mundo, el gobierno mundial”.

– Pero en fechas recientes la cosa es más grave: tanto su embajada, sus cadenas noticiosas y sus aparatos oficiales de gobierno están claramente apoyando al prianredismo y sus candidatos en México.

– ¿Quién y por qué está de acuerdo en que las afores (los banqueros) se sigan quedando con el dinero de los ahorradores? Los que apoyan eso apoyan el fraude financiero.

– Las senadoras del prianredé han convertido en un lamentable circo al Congreso de la Unión. Eso debe cambiar.

– Por donde se vea, es insostenible el libertinaje del evasor de impuestos Ricardo Salinas. ¿Hasta dónde llegará su impunidad?

– Lo dije desde hace meses: el clero, no pocos sacerdotes, las organizaciones clericales, se están metiendo en la campaña por la presidencia de México, apoyando a la candidata del llamado Fuerco. Ahora no queda la menor duda.

– ¿Qué podría decir la candidata priista al Senado por Sinaloa?, ¿Qué ya no se burlaría de los votantes? No lo creo, cierta condición humana no cambia.

– Si del fondo se trata, el muy caro Instituto para la Protección de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos del Estado de Sinaloa, es un elefante blanco.

– Sobre el debate de ayer, en la que sigue. ([email protected]).

Fuente: Internet

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