Uno de los principales asuntos que enfrentará el presidente Andrés Manuel López Obrados en la gira que realizará el próximo fin de Semana a Sinaloa, será explicar su programa de precios de garantía para cosechas agrícolas y salir bien librado de ello.
La semana pasada en Zacatecas el mandatario anunció un precio para el maíz de 5 mil 610 pesos más apoyos para el flete del campo al centro de recepción. Si esto fuera universal, para todos los productores, independientemente de la cantidad de toneladas levantadas y la superficie sembrada, sería de ensueño para los agricultores sinaloenses.
Pero hay mucha confusión en cuanto a las reglas de operación, y es evidente que esos precios y reglas no están consideradas para nuestro estado.
Cuando se habla de “pequeños y medianos productores”, y cuando el propio responsable de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segamex), Ignacio Ovalle, llama a quienes sí se ubican en ese rango, a denunciar a quienes no lo estén pero quieran tramposamente colocarse como tales para aprovechar los precios a denunciarlos, no puede ser algo bueno.
Tampoco cuando el nuevo funcionario federal les pide prácticamente que se conviertan en “soplones”, que denuncien a sus compañeros, y verifiquen que quienes entreguen su cosecha “sean pequeños y medianos”, y que “los demás, ni se presenten”.
Ese es el principal candado que maniata y desmoraliza a los agricultores sinaloenses en su pretensión de precios más justos y canales de comercialización más adecuados para sus cosechas.
Lo anunciado no funciona para la agricultura sinaloenses, y eso lo sabe perfectamente el gobierno federal. Es para los “pequeños y medianos productores” de maíz, que tengan hasta 5 hectáreas registradas, con un límite de 20 toneladas, y que recibirían 5 mil 610 pesos por tonelada más la ayuda para el flete.
El caso es que cuando vino en campaña, el hoy presidente de la república dijo a los desesperados productores agrícolas sinaloenses, que el precio de su cosecha de maíz se fijaría en 7 mil pesos la tonelada si ganaba la elección. No habló de que serían precios diferenciados en función de superficie y producción. Generó mucha esperanza entre los hombres del campo.
Eso fue en campaña, pero los productores sinaloenses se sienten engañados. Lo dicho hasta ahora en la materia no despeja para nada la incertidumbre que padecen ciclo tras ciclo y, al contrario, la incrementa.
Los precios de garantía que anunció el gobierno federal no funcionan para los agricultores sinaloenses. Sí para los del sur y sureste del país, para la agricultura de subsistencia, y que bueno, pero no para quienes producen comercialmente.
Por eso, esperan que el presidente López Obrador haga algún anuncio que les dé certeza en cuanto al precio y comercialización del maíz y también del frijol.