Culiacán del caos vial, los retenes, baches y topes, Sinaloa. El sábado que pasó, primero de diciembre, Andrés Manuel López Obrador, después de casi tres décadas de lucha política, se convirtió en presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
En opinión de sus seguidores, que son la gran mayoría de los electores, esta vez no se trata de una simple alternancia de partidos en el poder, como sucedió con el PRI y el PAN, sino de la probabilidad real de que las acciones de gobierno se inclinen claramente en favor de las clases populares.
Que se corrijan distorsiones, se cancelen privilegios, se eviten los excesos y, en suma, que el combate a la corrupción y la impunidad (la base de su programa, dice AMLO) dé lugar a un país distinto, mejor y comprometido con su pueblo, es el anhelo colectivo, y el reto, de proporciones enormes, que tiene frente a sí el nuevo mandatario.
Los sectores más reflexivos del país, que al tiempo que apoyan a López Obrador no pierden de vista su compromiso con la razón y la verdad, coinciden en que estamos tal vez ante la última oportunidad de que nuestra incipiente democracia alcance la mayoría de edad y se erija en la vía probada del progreso nacional.
LA AGENDA NECESARIA
Y aparte de los grandes objetivos, de los planes macro, es claro que el nuevo gobierno federal tiene que incluir en su agenda un conjunto de problemas que se relacionan con prácticas empresariales, y ciudadanas, que de continuar harían prácticamente imposible superar la corrupción y la impunidad.
Parecieran asuntos menores, no lo son. Van desde el trámite de una factura en un negocio cualquiera, que se enfrenta a serios obstáculos y trampas del empresariado, hasta las condiciones leoninas, propias de agiotistas ventajosas, de los bancos, aseguradoras y otros “servicios” cuya prestación es, además, de común deficiente y de mala calidad.
Están, desde luego, en un rango de mayor relevancia, la inseguridad pública, el auge de la criminalidad y la delincuencia, directamente relacionados con deficientes condiciones de vida, falta de oportunidades y de equidad, es decir de un sistema socioeconómico a todas luces injusto.
Y SUPERAR LOS PALIATIVOS
Ante la realidad que vive el país, es claro que los paliativos no pueden ser suficientes y se requiere de acciones que, en el mediano y largo plazo, atiendan a las formas de convivencia, al pacto social en su conjunto. En consecuencia, las entidades involucradas tienen que partir de un diagnóstico bastante realista y autocrítico.
De no ser así, los esfuerzos se difuminan y el problema permanece más o menos en los términos del punto de partida. Por supuesto, es evidente que el asunto rebasa las expresiones de la condición humana, e incluso de los tiempos que atravesamos, de suyo complejos.
La violencia tiene muchas facetas y su enfrentamiento efectivo tiene que ser global y corresponsable. Las oposiciones diametrales entre los que todo tienen (que son muy pocos) y los más de 50 millones de mexicanos en la miseria; los privilegios altamente selectivos y las limitaciones de las mayorías, son caldo de cultivo de todo tipo de desviaciones.
Así las cosas, el dilema salta a la vista: seguir “conviviendo” con la violencia cotidiana, tan sólo con matices y paliativos de “solución” o, antes, al contrario, decidirse a enfrentar sus causas centrales y, con una voluntad política inédita, revertirlas. No hay más.
Y esa disyuntiva es la que tiene enfrente el gobierno de AMLO. Esperemos que lo asuman con decisión y arribemos a un futuro recuperable.
EN EL TINTERO
-Es una pregunta pertinente la que me envía un asiduo lector, Juan Manuel Arredondo: ¿Están los diputados del actual Congreso de Sinaloa a la altura de las expectativas que ha generado AMLO? –Hasta ahora no hay muestras de ello, se responde.
-Hoy, la reunión de periodistas, encabezados por la APS, con el cuerpo de abogados que llevará adelante la demanda, por daño moral, a partir de la difamación y calumnias vertidas por una diputada, cuya conducta no ha sido debidamente evaluada por sus colegas legisladores, lo que implica complicidad y corresponsabilidad.
-El apunte, también en “Vértice de Sinaloa” (verticedesinaloa.net); Línea Directa (https://www.lineadirectaportal.com); Didáktica (http://www.didaktica.com); Sitio Telles (http://www.jorgeluistelles.com) y en “voces del periodista”, revista del club de periodistas de México (vocesdelperiodista.com.mx). ([email protected]).