El infielder esmeralda entró al libro de récords al conectar tres bambinazos en un mismo encuentro, en el juego Cañeros-Yaquis de este miércoles.
Tremenda noche llena de magia y poder ofensivo: así fue la de este miércoles 28 de noviembre para el infielder sonorense Ramón Urías, al conectar tres cuadrangulares durante el juego dos de la serie entre Cañeros y Yaquis, realizado en el Estadio Emilio Ibarra Almada, produciendo siete de las once carreras que anotaron los esmeraldas, y agregando su nombre a la lista de 37 jugadores que, como él, han logrado tal hazaña en un juego de nueve entradas.
La espectacularidad de su noche llegó desde su primer turno al bat: primer capítulo con bases llenas ante la serpentina de Samuel Zazueta, para volarse la barda con un grand slam que fue celebrado en grande por los aficionados que se dieron cita en el inmueble beisbolero. Ese era el inicio de la que se convertiría en ésta fecha histórica para el aún muy joven jugador de Cañeros.
El segundo cuadrangular se hizo presente al abrir tanda en el tercer rollo ante el mismo pitcher, -lo que originaría su salida, tras resentirse de una molestia en el brazo-; en la quinta entrada Marco Duarte le obsequió el pasaporte, mientras que, ante un público expectante, el tercer bambinazo apareció en el sexto rollo ante Alberto Leyva, para empujar al home a Josuan Hernández, y así llegarían también sus producciones seis y siete, ante una fiesta y algarabía total de los aficionados del representativo ahomense. Aunque tuvo un turno más, Urías fue finalmente dominado por Fabián Anguamea, pero la historia ya estaba escrita, y regresó al dug out arropado por una gran ola de aplausos del respetable, en reconocimiento a su gran actuación tanto ofensiva como defensivamente.
Al final del juego, platicamos con él en entrevista para las transmisiones de La Mejor 90.9 FM y para Línea Directa, y aún cuando estaba literalmente empapado tras ser bañado por sus compañeros, atendió amablemente como es su costumbre, asegurando sentirse feliz por la mágica noche que estaba viviendo, pues además de su logro que lo ubica dentro del libro de récords de LMP, destacó la forma en que pudo apoyar en la victoria de su equipo, cuando la obtención de triunfos son clave en las aspiraciones de llegar a las fiestas de enero para el conjunto mochitense, por lo que seguirá trabajando arduamente para seguir aportando a la causa verde.
Indudablemente la afición cañera regresó a casa feliz por dos motivos: la victoria de su equipo y el ser testigos de una noche que queda marcada para la historia del circuito invernal mexicano.
Lo dicho: asista al estadio: ¡No se arrepentirá!
Gracias, saludos y hasta la próxima!!