Un equipo cuya efectividad no alcanza a sumar ni el 25 por ciento de los puntos a disputarse, no es digno de pertenecer a un circuito que, se supone, es de Primera y que tiene el nivel competitivo como la Liga MX. Aquí hay buenos, regulares, malos y lo que sigue.
Los niveles de productividad disminuyeron desde que, a los dueños del balón, y de los equipos, tuvieron la ocurrencia de eliminar el descenso con el que buscaban no elevar la calidad del espectáculo, sino proteger la permanencia de la franquicia, así fuera ofreciendo temporadas malas, pésimas y hasta de lástima, como la que hoy registraron clubes como Querétaro, Santos, Juárez, Pachuca y Necaxa.
Ninguno de los cinco logró llevarse más de 13 puntos, de acuerdo a la tabla de posiciones y a dos jornadas de que termine ese martirio para sus aficiones que, en respuesta, le dieron la espalda a esos equipos.
El peor de todos ha sido el Querétaro, quien tras jugar 16 partidos (48 puntos) no le ha alcanzado ni para un doble dígito en unidades (tiene 9). En las mismas condiciones está un Santos Laguna que dejó de ser el temible equipo al que muy difícilmente le arrebatan un punto en su casa.
Con 10 puntos y dos juegos por disputar (antes de redactar estas líneas), el Santos se convirtió en una caricatura de franquicia producto de las malas decisiones de sus directivos, que en los últimos años hicieron del equipo una franquicia que compraba para vender. Y si no me creen, pregúntenle al América, cuya escuadra varias veces se surtió de muchos de los extranjeros que llegaban a la comarca, que triunfaban corto tiempo.
Juárez ha sido un club que campechanamente transita por la Liga sin calidad y sin visión de triunfo. A veces pienso que llegaron para ser solo un relleno y nada más, sobre todo, desde que abolieron el descenso.
¿Para qué invertirle entonces si no pasa nada? ¿Quién en su sano juicio querrá abrir la chequera para reforzarlo, si la categoría no se pierda? Por eso creo que a la Liga ¡LE URGE! reinstalar ese sistema, o de lo contrario seguiremos teniendo equipos muy mediocres.
Los parámetros de una buena o regular temporada se miden con la suma de puntos. Y en ese aspecto, además de los ya señalados, existen todavía algunos más que son incapaces de ganar el 50 por ciento de unidades como para poder decir con toda certeza que fue una campaña regular.
Los 25 puntos (mitad de los que se disputan en 17 jornadas) no existen tampoco ni en equipos que estarán en el mal aceptado “play inn”. ¿Para qué aspirar a ese número de unidades, si hasta con el 15 por ciento consigues avanzar?
Ese es nuestro futbol que cada temporada da más lástima que satisfacciones y emociones.