Mazatlán arropó a una Selección Nacional dividida en varios grupos, proyectada para cumplir con distintos compromisos en el verano, pero el encuentro del que se esperaba una victoria más holgada para los nuestros sobre Guatemala, terminó siendo poco trascendental y con muchas carencias de emociones, al más puro estilo de un partido amistoso, donde nunca se juega nada.
Tal vez lo más relevante fue la gran asistencia, que en términos de estadísticas aseguran ha sido la mejor entrada desde que se edificó el estadio “Kraken” para albergar a los emigrantes Monarcas Morelia, que se convirtieron en Cañoneros (que de eso nada tienen) de Mazatlán.
La victoria por 2-0 estuvo más impregnada de bostezos que de emociones. Y es que la selección que nos acostumbramos a ver en los últimos meses no estaba al cien por ciento, porque el duelo fue una especie de experimento para el nuevo técnico Diego Cocca, quien al convocar a más de 30 elementos para cumplir con dos compromisos en puerta, resulta obvio que el grupo no esté del todo acoplado.
Aún y con las ausencias de varios elementos que compitieron en la pasada Copa del Mundo, el encuentro cumplió con las expectativas que eran tener al Tricolor en ese escenario, que en los últimos meses ha estado más abandonado que las casillas para votar, ante el pésimo papel que ha desarrollado el representativo porteño en la Liga MX.
La gente se volcó más por ver en acción a elementos como Raúl Jiménez, solo por citar alguno, que por lo que pudiera generar vencer a unos guatemaltecos cuyo balompié ha ido de más a menos, y que esta vez se encuentra bajo la dirección técnica de Luis Fernando Tena, un entrenador con vasta experiencia al dirigir diferentes equipos en México.
Jiménez, por cierto, se sacudió la malaria de 15 meses sin anotar con la selección azteca, aunque tan prolongada sequía habría que asociarla también con el tema de una lesión muy fuerte que puso en riesgo hasta su propia vida. El delantero mexicano puso adelante a la tropa de Cocca con un penalti ejecutado a su muy particular estilo, con un toque suave y engañando al arquero.
FIGURAS. La salida de Lionel Messi de la élite del balompié mundial (Liga de Francia) para aterrizar en la MLS con el Miami, deja a uno de los circuitos más importantes de Europa sin otra de las grandes figuras del momento.
Messi, junto con Cristiano Ronaldo y Karim Benzema, ya no pertenecen a las ligas más competitivas y exigentes del continente europeo. CR 7 se refugió en el Al Nassr de Arabia Saudita, mientras que el ahora exdelantero del Real Madrid, le hará compañía, pero enrolado con el Al-Ittihad Jeddah Club.
De manera directa la llegada de Messi a la liga estadounidense le beneficia al futbol mexicano. Y usted se preguntará ¿por qué? Simple y sencillamente porque en las eliminatorias por la Concachampions, aquella escuadra podría enfrentar a equipos mexicanos, y en los partidos de ida y vuelta, tendríamos al astro argentino en suelo azteca.