La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha señalado en diversas ocasiones su preocupación sobre los efectos de la inteligencia artificial (IA) en los derechos humanos. Un punto crucial que señala es la necesidad de garantizar la intervención humana en la evaluación y análisis de las decisiones tomadas por sistemas de IA, como un principio fundamental para su desarrollo ético y su implementación responsable.
Por otra parte, potencias como Estados Unidos, Alemania, Canadá, Japón, Reino Unido, Italia y Francia están planteando diversas iniciativas en materia de IA, muchas de ellas fuera del marco de la ONU. Esta desconexión evidencia la necesidad de establecer un diálogo que no excluya a ningún país y que aborde el impacto global de esta tecnología en la gobernanza mundial.
La ONU ha propuesto la creación de un foro político internacional que reúna dos veces al año a todas las partes interesadas. Este espacio serviría para compartir experiencias y fomentar la cooperación global. Adicionalmente, recomienda asignar un presupuesto específico que permita reducir la brecha digital, asegurando que los beneficios de la IA lleguen a todos los sectores y regiones del mundo.
Un tema de especial preocupación es la utilización de la inteligencia artificial en entornos militares. La ONU insiste en que su implementación debe alinearse con el respeto a los derechos humanos y el derecho internacional. Para lograrlo, es fundamental establecer mecanismos de supervisión y marcos jurídicos claros, respaldados por una cooperación transparente entre naciones.
La ética también juega un papel central en el desarrollo de la IA. Sin una regulación adecuada, su crecimiento acelerado podría generar incertidumbre y temor, particularmente en áreas como la desinformación, donde los riesgos ya son evidentes.
El rezago de México en materia de inteligencia artificial
En el caso de México, no existe a la fecha una estrategia nacional integral sobre inteligencia artificial. La única referencia relevante es la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, aprobada en noviembre de 2021 como parte de la Conferencia General de la UNESCO. Este documento subraya principios clave como la protección de datos personales y el derecho de acceso a las tecnologías de la información.
La Estrategia Digital Nacional 2021-2024, por su parte, se enfoca únicamente en la digitalización de la administración pública federal y en ampliar la cobertura de internet, pero omite abordar específicamente la inteligencia artificial. Esta falta de visión estratégica se refleja en el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial, que califica a México con un nivel bajo en cuanto a institucionalidad y planeación en la materia.
Retos y oportunidades
Los desafíos son enormes, especialmente para países como México, donde la IA aún no forma parte de una agenda nacional prioritaria. La inteligencia artificial está transformando sectores críticos como la salud, la educación y la seguridad, por lo que resulta urgente implementar políticas públicas que garanticen su uso ético, equitativo y responsable.
México debe asumir un papel activo en la definición de estrategias que aprovechen el potencial de la inteligencia artificial, no solo para impulsar el desarrollo tecnológico, sino también para proteger los derechos humanos y reducir las desigualdades sociales y digitales que persisten en el país.
Esto requiere la colaboración entre el gobierno, el sector privado, la academia y la sociedad civil para establecer políticas públicas claras, marcos regulatorios adecuados y programas de capacitación enfocados en la alfabetización digital y tecnológica.