La inteligencia artificial (IA) está transformando la educación de manera significativa. Por ello, es fundamental que los responsables de diseñar políticas públicas y los educadores exploren el futuro del aprendizaje en el contexto de la implementación y uso de la IA.
¿Qué conclusiones ha alcanzado la UNESCO?
La UNESCO sostiene que la inteligencia artificial debe fundamentarse en principios de equidad e inclusión. Es esencial que la educación garantice un acceso equitativo, priorizando el empoderamiento de niñas, mujeres y grupos socioeconómicos desfavorecidos.
Las nuevas tecnologías, en todas sus formas, deben ser diseñadas de manera pedagógica, centradas en el ser humano y respetando altos estándares éticos. El objetivo de la inteligencia artificial en la educación es asegurar que todos los estudiantes aprendan, pero también apoyar la formación de maestros y optimizar los sistemas de gestión educativa.
Algunos ejemplos de aplicaciones educativas que pueden beneficiar el proceso de enseñanza-aprendizaje incluyen los “chatbots educativos”, programas informáticos que utilizan técnicas de inteligencia artificial para mantener conversaciones interactivas.
Otro ejemplo es “OU Analyse”, desarrollado por la Universidad Abierta del Reino Unido, que predice el riesgo de fracaso académico de los estudiantes mediante el análisis de grandes volúmenes de datos, permitiendo a los tutores brindar apoyo personalizado.
El proyecto “UniTime” es un sistema integral de programación educativa basado en inteligencia artificial, que permite gestionar horarios de cursos y exámenes universitarios de manera eficiente.
Uno de los aspectos clave es “Adoptar un enfoque humanista como principio general de las políticas de IA y educación”. Este enfoque busca desarrollar políticas de inteligencia artificial que protejan los derechos fundamentales y que capaciten a las personas en valores y habilidades para el desarrollo sostenible.
De esa manera se busca una colaboración efectiva entre máquinas y humanos, centrada en el servicio a las personas y en el fortalecimiento de las capacidades de estudiantes y docentes.
Además, es vital fomentar valores humanos necesarios para la implementación y desarrollo de la inteligencia artificial.
Un punto central del documento es la promoción del desarrollo local en tecnologías de inteligencia artificial aplicadas a la educación, con el fin de atraer inversiones empresariales y estimular innovaciones que generen tecnologías locales.
Un ejemplo de esto es la creación del Centro Internacional de Investigación sobre Inteligencia Artificial.
Fuentes:
