El fallo del Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa para ampliar de 40 a 60 días el tiempo para que los aspirantes a candidatos independientes a puestos de elección popular puedan recabar las firmas de apoyo que exige la ley, pone sobre la mesa el tema de esas candidaturas.
La resolución del Teesin fue en respuesta a la petición de Manuel Clouthier Carrillo, promotor de esta opción desde 2012, quien conoce la victoria y la derrota mediante esa vía.
En los hechos, salvo el de Manuel Clouthier en Sinaloa como candidato a diputado y el de Jaime Rodríguez “El Bronco” que lo fue a gobernador en Nuevo en 2015, y algunas alcaldías y diputaciones locales, los candidatos independientes han fracasado invariablemente.
Aunque habría que ver la autenticidad de la independencia de muchos aspirantes, las candidaturas independientes son una buena alternativa, que debe mantenerse y perfeccionarse.
La mayoría de quienes lo han sido en Sinaloa han simpatizado, militado o trabajado por un partido. Hay que decir, entonces, que su independencia radica en que no van respaldados por las siglas y colores de un partido político. No por ello son garantía de independencia de otros poderes fácticos de grupos o empresariales.
Sin embargo habría que reconocer que esto no debe restarles legitimidad, y su real fuerza radica en el personaje que son, sus propuestas y el hartazgo de los ciudadanos hacia la partidocracia en general.
Los candidatos independientes abundaron en las elecciones locales de 2016, escasearon en 2018, y seguramente habrá varios en 2021.
Cierto que los ojos votantes estarán puestos más en los personajes que en las siglas y colores, pero tampoco esperen que los ciudadanos que desprecian a los partidos salgan masivamente a votar por los independientes, porque muchos de ellos tampoco inspiran confianza y no hay tal neutralidad partidista, aunque quieran vender caro el decirse diferentes.
No pocos de esos candidatos independientes lo serán sólo porque en sus partidos no encontraron el espacio para serlo.