¡GRACIAS! es el nombre del libro más reciente escrito por Andrés Manuel López Obrador. Leerlo es una necesidad, para conocer una visión del acontecer en nuestro país de los últimos 40 años, y como dice AMLO: “un buen dirigente no puede formarse si no conoce la historia, que es la maestra de la vida: la historia es forjadora fundamenta”.
Llama la atención en el libro la manera como conoció a Vicente Fox y la opinión que se fue formando de él, antes de ser presidente de la república, durante la presidencia y después de la presidencia de la república.
Fox siempre ha sido una persona rupestre, un vendedor de Coca-Cola, alejado totalmente de los libros y de todo lo que tiene que ver con la cultura.
AMLO nos dice en su reciente libro que: “siempre consideré a Vicente Fox como una persona sin principios y sin un proyecto de cambio. Engañó a la mayoría de los mexicanos. No fue mi caso, porque conocía un poco sus antecedentes. Lo había visto en dos ocasiones antes de que lo eligieran presidente. La primera vez nos encontramos en Acapulco, en una reunión a la que nos convocó Zeferino Torreblanca, quien, en ese entonces, 1991, era presidente de COPARMEX en el sur del país. Participamos juntos en una conferencia. Cuando a Fox le tocó exponer, lo sentí acartonado, falso. Se apoyaba en su presencia física, con ademanes fingidos y repetía frases aprendidas de memoria. Todo un simulador”
Nos dice AMLO que siempre sintió a Fox como una persona vacía, desconocedor de la historia, pero nunca pensó que fuera tan perverso. El 27 de octubre, escribió en su cuenta en TWITTER:
NO ME QUEDA MAS QUE DECIRLES CHINGUEN A SU MADRE A TODOS LOS QUE NOS GOBIERNAN. MILITARES O NO!! RESUELVAN ACAPULCO Y LA INMENSA DESGRACIA EN QUE ESTA NUESTRO PAIS. (Sic)
La llegada de Fox a la presidencia de la república fue producto de una circunstancia especial: En la izquierda nos desdibujamos y no presentamos una propuesta clara y definida. La lucha político-electoral se polarizó entre el PRI y el PAN. La opción que enarboló el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas quedó relegada y gente que había votado por nosotros en 1997 lo hizo por Fox en 2000.
Al final todo fue gatopardismo. Las cosas cambiaron para seguir igual. La llegada del panismo solo sirvió para recomponer el viejo régimen y con ello tuvimos que padecerlo casi veinte años más. Por eso AMLO considera a Fox como un traidor a la democracia.
Nos dice AMLO en su libro que ya como presidente Fox, se reunieron el 13 de septiembre del año 2000, en una casa las Lomas que le había prestado Roberto Hernández, quien había sido su compañero de escuela; le ayudó en la campaña y era entonces dueño de BANAMEX. En ese encuentro Fox le planteo a AMLO que juntos empujaran una reforma fiscal, que había que cobrar el IVA en medicamentos y en alimentos. Desde el principio AMLO le dijo que no, que la Reforma Fiscal significaba cobrar más impuestos a los pobres y a las clases medias, y seguir manteniendo privilegios fiscales para los potentados. En ese primer encuentro no hubo ningún acuerdo.