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Fraude de identidad digital

El fraude de identidad se refiere al uso de información personal como las contraseñas, números de tarjetas de crédito, datos de seguridad social entre otros.

Araceli Tirado
Araceli Tirado | Araceli Tirado, columnista Línea Directa Portal

El fraude de identidad se refiere al uso de información personal como las contraseñas, números de tarjetas de crédito, datos de seguridad social entre otros.

La finalidad de hacer uso de esta información sustraída, por lo general de manera ilegal, puede versar en la utilización abusiva de tarjetas para compras en línea, tener acceso a información de salud o estados financieros.

Los perfiles públicos en las redes sociales pueden ser de las principales fuentes para obtener información sensible, para que otras personas con mala fe puedan realizar actividades ilegales o hacer mal uso de esta información.

En el estudio Fraude de identidad 2017 se indica que en valor se identificaron robos de información personal por cerca de 16 billones de dólares solo en los Estados Unidos. En Londres se documentaron 173 mil casos.

Según Adrián Sánchez, director de Market Planning de LexisNexis Risk Solutions de Latinoamérica, en México los fraudes se encuentran en incremento, señalando que por cada operación ilegal se llegan a perder 4 el costo por cada dólar.

Hasta enero de 2022 las transacciones digitales aumentaron 40 por ciento generando cerca del 61 por ciento de pérdidas globales por fraude, en tanto que de 2019 a 2021 aumentaron las empresas de comercio móvil, las cuales lograron crecer un 87 por ciento.

El fraude de identidad digital en sus diferentes modalidades se presenta cada vez con mayor frecuencia. Algunos ejemplos son el pishing, que se refiere a enlaces por correo electrónico o mensajes sms que remiten a una página falsa para obtener información personal; la suplantación de identidad en las redes sociales, cuando hackean una cuenta y el usuario afectado no puede entrar, es uno de los principales ciberdelitos.

Algunas de las tendencias de fraude que más sobresalen en el año 2023 son: aquellos que utilizan la inteligencia artificial y el machine learning, por lo que resulta necesario fortalecer la ciberseguridad de las transacciones y operaciones en línea.

El futuro que se avecina es de innovación y tecnología, pero sin un buen uso, puede llevarnos a un mundo con interacciones completamente digitales suprimiendo con ella el contacto social y los vínculos en todos los ámbitos.

De ahí la importancia de poner este tema en la mesa del debate en los ámbitos educativo, empresarial, cultural, social y político para seguir construyendo puentes de sensibilización que fortalezcan una cultura digital con valores y límites a la dignidad de la persona y sus derechos humanos.

Fuentes:

Fuente: Internet

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